Esta mañana el Comité de crisis rural del departamento Lácar elevó una nota al subsecretario de producción y desarrollo económico Javier Van Houte donde se pide “la convalidación del Plan de Emergencia rural, su financiamiento e implementación a través del propio Comité” en virtud de la difícil situación de los productores agropecuarios de la zona como consecuencia de la caída de cenizas.
La nota, que fue firmada y avalada por la intendente Cristina Frugoni, el director del Parque Nacional Lanín Salvador Vellido y las distintas organizaciones y agrupaciones de productores agropecuarios, establece un plazo de espera de una respuesta hasta el día 22 del corriente. Cumplido este plazo, “este Comité dejará de funcionar y liberará a sus representantes a un funcionamiento ordinario respecto a la interlocución directa entre instituciones estatales y éstas con las organizaciones de productores.
El Parque Nacional Lanín oficia como coordinador de los intereses de los productores rurales del departamento Lácar en virtud de que la mayoría de ellos se encuentran dentro de su jurisdicción.
El Plan de Emergencia define escenarios para el corto, mediano y largo plazo, propone acciones por tipo de producción, facilita la participación de las organizaciones y los agentes estatales. “Para poder implementar esta planificación, necesitamos una respuesta urgente a la nota que presentamos el 28 de junio, donde se le pidió a Van Houte la potestad escrita de la certificación de existencias ganaderas actuales, fondos para insumos de suplementación ganadera e infraestructura rural, subsidios para mantener el capital y la descentralización local”, argumentan desde el Comité.
Concretamente, lo que se pide es que los recursos extraordinarios que vengan desde Nación puedan ser administrados directamente por el Comité de crisis del departamento Lácar y no desde la Subsecretaría que dirige Van Houte.
El Plan de Emergencia es el resultado directo del “Informe de situación” elaborado por el INTA. De allí surge que “En la zona sur del departamento Lácar la situación es muy similar a Los Lagos, con la diferencia que aún no se ha declarado la emergencia agropecuaria por cenizas, desde la jurisdicción provincial.”
“La ceniza caída ha cubierto un 90% del forraje disponible en el área más próxima a la cordillera (sudoeste) y un 20% hacia el noreste”, dice el informe del INTA.
Con respecto al impacto sobre el ganado “en esta zona (…) la afectación es grave debido a que el forraje ingerido contiene gran cantidad de ceniza pegada por la humedad, la cual puede provocar en los Bovinos un desgaste prematuro de la dentadura y empastes, con la ceniza que no es eliminada en las heces, que dificultarían la digestión en el rumen. También se han registrado casos de diarrea y abortos”.
“Los Equinos están rechazando el forraje con cenizas y dependen únicamente del suministro de heno y/o granos. Al igual que en los Bovinos se han registrado casos de diarrea y abortos. Los caprinos son los menos afectados hasta el momento por sus hábitos de alimentación, aunque a mediano plazo es lógico pensar que también serán afectados como el resto de los rumiantes”.
Por último, el INTA asegura que el agua para el ganado “tiene muchas partículas en suspensión y los animales la están tomando por ser la única opción.
Entre las recomendaciones que hace la institución, figuran “la venta de las categorías prescindibles en un caso de emergencia” y “acompañar con políticas de incentivos para lograr que el productor se anime a correr el riesgo de desprenderse de su capital. Para garantizar la supervivencia de los vientres, no solo se debe contar con forrajes adecuados en cuanto a calidad nutritiva, sino también con infraestructura para su almacenamiento y suministro.”