El pasado 16 de noviembre la noticia circulaba como principal en la mañana de este diario: “En la era del 4G, echaron a Guillermo Taco Rey por Whatsapp”. Si bien fue sorpresiva la metodología, la desvinculación se habría estado gestando, inicialmente, por diferentes metodologías de trabajo, imposibles de conciliar, entre el Municipio y el Arquitecto.
La intendente Brunilda Rebolledo, detalló los motivos de su decisión: “La idea de cuando uno arma un Gabinete, no es formar gente, sino que la convoca porque cree que tiene la aptitud. Él tiene una de diseño de proyectos muy valiosa, pero ¿Cuántas veces podés intentar acordar la forma de trabajo?”, indicó en diálogo con Radio Fun: “Siempre trabajó en lo privado. Acá en el Estado todos tenemos que valorar el trabajo que hace el otro, no es lo mismo”.
La Intendente manifestó “yo lo entiendo, en el diseño y la trayectoria que tiene él, le ha costado muchísimo adaptarse al Municipio, donde tiene que compartir los proyectos con distintos estamentos y es necesario porque nos lo impone la legislación, sobre todo en temas importantes como el uso del suelo, el espacio público, el diseño de desarrollos. Yo creo que él tiene claro que fue así. En algún momento hablamos de cierta incomodidad… Para una persona tan creativa que ha diseñado tantos proyectos, no contar con los recursos también es una dificultad”.
A esta incompatibilidad entre el Ejecutivo y el Secretario se le sumó también un proyecto de carácter privado, el cual fue aprobado después de solicitar ciertas modificaciones para adecuarlo a las ordenanzas municipales, pero según fue detectado, no contaba con todos los acuerdos que sus firmas acreditaban.
“No atravesó el filtro de gestión ambiental ese proyecto. Pasó al Deliberante y actuaron de buena fe aprobándolo. El circuito pasó por mí, yo lo observo, porque no tiene informe de gestión ambiental, pero en buenos términos. Lo devolvemos, le decimos a Planeamiento que acá falta esto. Vuelven a mandarlo con la confirmación de que está el acuerdo de gestión ambiental… ¿Yo por qué tengo que dudar? Si ya hemos tenido una cuestión previa”, indicó Rebolledo: “El Deliberante creyó lo mismo que yo, que estaba el OK de Gestión Ambiental porque estaba la firma diciéndolo, no había inconveniente en aprobarlo, pero cuando vuelve este expediente a gestión es donde notamos esta cosa no positiva”.
Lo que ocurrió puntualmente fue que la Secretaria de Gestión Ambiental, Marcela Vázquez, “se oponía”, según Rebolledo, pese a estar su nombre en el proyecto en cuestión: “En ese expediente no fue fraguada una firma”, aclaró la Intendente: “El dolo que yo le veo, es primero que no hubo tal acuerdo de gestión ambiental, lo sabían todos, pero el punto no está en el proyecto, sino en que ¿es confiable para mí creer en una firma que me dice algo contrario a lo que es la realidad?”.
Las diferencias en el tema de la plusvalía también calaron hondo en la grieta entre la Intendente y Taco Rey. El ex Secretario había presentado en abril un pedido para derogarla. “La dificultad fue que no se debatió el tema en profundidad ni se consultó con otras Secretarías ¿Por qué me tengo que enterar de algo después que fue sancionado? A partir de ese momento indiqué la exigencia de que todos los proyectos pasen por mí, porque tengo que tomar conocimiento. Esta dificultad se fue haciendo una constante que produjo también su alejamiento”.
Además, Rebolledo preguntó: “¿Por qué decide el ex Secretario que había 11 situaciones de plusvalía? Y solo a una se le pidió la tasación fiscal. La plusvalía se pide antes de aprobar el proyecto. Antes de que los Concejales le aprueben el cambio de uso, en este caso”. La Intendente afirmó que “por ahora, está en estudio el tema, porque hasta el 11 de noviembre no existía conocimiento de esa resolución”.
“No tiene nada que ver con involucrar al vecino por más que sea hijo de mi asesora porque ese proyecto estuvo casi un año en el freezer, y también me trajo algunos inconvenientes que no haya pasado por mí”, concluyo la Intendente.