El Tribunal de Impugnación no dio lugar a su pedido de clemencia. El hombre fue encontrado culpable de abusar de dos de las hijas de su ex pareja, Yaquelin Albornoz, mientras vivían bajo el mismo techo.

14 Feb 2017
    

La perseverancia es tanto más compleja que el olvido… Requiere de un trabajo más metódico, diario, de no bajar los brazos ni aún encerrado en la más turbulenta de las mareas. La perseverancia enfrenta los monstruos e intenta derrotarlos una vez tras otra, perdiendo vidas, años, esperanzas. La perseverancia es más dura que el perdón. Implica enfriar la sangre y correr detrás de una zanahoria, un objetivo, olvidando la frustración propia, el miedo. Simplemente hacia adelante.

 

Yaquelin Albornoz es el sinónimo más literal de la perseverancia. Como las luchadoras más tenaces, enfrentó al peor monstruo que la vida podría haberle cruzado, y bajo su mismo techo. Su ex pareja. Eduardo Jaime Carro, de San Martín de los Andes: Violador.

Carro abusó de dos de las hijas de Yaquelin durante años, mientras convivían como una familia. Yaquelin escuchó los testimonios de sus propias nenas y tomó la decisión de luchar, hasta donde hubiera que luchar. Y en ese camino es que ayer, finalmente, quedó firme e inimpugnable, la pena efectiva de 15 años para este hombre, que ya cumple su condena en la Unidad 11.

“Carro fue juzgado por tres hechos, en todos por medio de juicio abreviado, por acuerdo entre la querella y la fiscalía, con la defensa. El primero fue por 13 años y medio de prisión, el segundo por tres, igual que el tercero. Como los dos iniciales se llevaron a cabo primero en San Martín de los Andes y después en Neuquén, esa pena se tiene que unificar. La unificación no es sumatoria, siempre hay alguna quita. El hecho es que de 16 años y 6 meses, la sentencia quedó en 15 años de prisión. Después de eso, se llevó a cabo el tercero de los juicios, a toda velocidad, demostrando que el proceso puede funcionar velozmente, y se acordaron otros 3 años más. A los 15 de cárcel, se llegaría a 18, pero también hay que unificar esta pena. Carro, al hacer acuerdos, no tiene posibilidad de apelación alguna. Queda firme la sentencia. Aunque sí apeló la primera unificación. Fue al Tribunal de Impugnación y confirmaron la unificación, no dándole lugar a su recurso”, detalló el abogado de Yaquelin a lo largo de todo este proceso, Carlos Sánchez Galarce.

“Me levanté, me tomé un mate amargo, como todas las mañanas y tuve una corazonada”, detalló Yaqui, en diálogo con San Martín a Diario: “Llamé al Fiscal y me dio las buenas nuevas; que le rechazaron todo, no tomaron ningún artículo a su favor, desde el 2012 que pedía clemencia por su salud”, y después de un hondo respiro, exclamó: “Ya puedo hacer mi vida tranquila, mirar a los ojos a mis hijas, sabiendo que está pagando”.

Yaquelin también dejó claro que seguirá dando pelea, aunque ahora desde un Centro de Atención a la Víctima, con central en Neuquén capital, bajo la dirección de Jorge Jamut, quien le brinda todo el asesoramiento para ayudar a las mujeres de El Chañar. Para ellas también intentará conseguir un espacio físico, que pueda contener a quienes hayan pasado por alguna situación de violencia de género o abuso. 

“Quiero dejar un mensaje para todas las mujeres", dice Yaquelin, interrumpiendo su propio relato, porque el corazón y la solidaridad le vuelan más rápido que sus ganas de celebrar el desenlace de esta causa: "Quiero decirles que se puede, que se animen a denunciar, a golpear puertas, a mirar los expedientes. Que ayuden a la Justicia, que confíen en sus abogados, en la gente de psicología. Que sepan que pueden conocer otra vida, porque todas merecemos ser felices”.

El abogado de esta madre luchadora, convertido en amigo, confidente y parte de la familia, al igual que los Fiscales José Ignacio Gerez y Gustavo Mastracci, destacó: “Le he dicho a Yaquelin que todo esto es mérito de ella, por su lucha, y ahora gracias a Dios encontró dónde canalizar ese espíritu que tiene, dando asistencia desde  un organismo municipal donde se ayuda a las mujeres y víctimas de abuso sexual y de otros delitos”.

Los 15 años de prisión efectiva para Carro se han transformado en una bandera de lucha por la paz. Esta vez, la Justicia y la perseverancia se conjugaron para que la familia de Yaquelin pueda dormir tranquila, confiando que este monstruo que intentó arrebatarles la alegría y el amor, no está, ni estará, libre bajo el sol, por largo, larguísimo tiempo.