Raquel Briceño y Rodolfo Manzini se declararon culpables y fueron sentenciados ayer, también por los delitos de supresión de identidad y falsificación de documento público. Por videoconferencia, la ex magistrado se disculpó con la madre biológica del joven, sustraído en 1976.

28 Oct 2017
    

Ayer, Raquel Briceño, la ex jueza de Paz de Junín de los Andes, junto a Rodolfo Manzini, sargento retirado del Ejército, se declararon culpables de la sustracción de un menor, supresión de identidad y falsificación de documento público y fueron finalmente condenados a tres años de prisión en suspenso.

Ocurrió en el marco de la audiencia de control de acusación que tuvo lugar en nuestra ciudad, en una sentencia dictada por el juez Jorge Criado.

Briceño había sido denunciada en septiembre de 2015 por su hija Sonia Manzini, quien la acusaba de haberse apropiado ilegalmente de un niño a quien bautizó Julio Rafael Manzini. Según la declaración de la joven, en 1976, Julio Rafael fue entregado a sus padres por el difunto ex juez de Paz local, Julio Quiroga. Fue dos meses después de esta denuncia, en diciembre de 2015, que Alicia María Sifuentes, vecina de nuestra ciudad, manifestó ser la madre de Julio Rafael, detallando que a sus 16 años (en el 76) había tenido un hijo con Quiroga y que, una vez nacido, éste se lo había quitado diciéndole que lo iba a criar una hermana, dándoselo finalmente a la jueza Briceño, que en ese entonces se desempeñaba en el Registro Civil de Junín.

Ignacio Ferrería, integrante del colectivo Tugun, Identidad Biológica de los Andes, una de las organizaciones que acompañaron a las víctimas de sustracción de identidad en este proceso judicial, dialogó con Radio Fun y aseguró: “Entendemos que lo más importante son las penas que vendrán después. Esperamos que la discusión se de en cuanto a poder cambiar y asumir socialmente la naturaleza del delito y entender que no cabe la naturalización de estas situaciones, porque tienen que ser penalmente condenadas”.

Por otro lado, detalló que el Doctor Sández, quien fue el firmante de los documentos falsos de partida de nacimiento y de nacido vivo, “hubiera sido condenado también, pero murió en medio del proceso”.

“Siempre hay una sensación de que la Justicia no repara, pero esto rompe con la impunidad. Ojalá sirva para sumar fuerzas, romper con silencios y con la situación de vulnerabilidad, que es parte de lo que se ha silenciado, garantizando una forma de que estos delitos se sigan perpetrando”, concluyó.

Una vez dictada la sentencia del juez Criado, mediante una videoconferencia, Briceño se disculpó con Sifuentes, quien siguió la audiencia en la oficina judicial de Junín de los Andes.