Ante sucesivos hechos de violencia en la Liga de fútbol de San Martín de los Andes se enciende la alarma y la preocupación general. También en la localidad los problemas sociales alcanzan las canchas donde debería primar el deporte y la familia.

24 Nov 2011
    

Hace unas semanas las parcialidades de los equipos de El Arenal y el Club Sarmiento dirimieron sus diferencias de manera violenta luego de que el partido entre ambos equipos finalizara normalmente.

La pelea ganó las calles. A golpes de puño, piedras y palos el tumulto se fue acercando a los barrios cercanos al predio deportivo donde tuvo que intervenir la policía con armamento disuasivo.

Esto provocó la sanción de ambos clubes por parte de la Liga – cuya comisión la integran todas las instituciones asociadas – que amparándose en el reglamento y por ser estos reincidentes le cupo la máxima penitencia.

"Todo tumulto o desmanes ocasionados por los jugadores o simpatizantes de los clubes que participen en los campeonatos organizados por LIFUSMA, generan las siguientes sanciones:

Tercera falta: se suspenderá al club en todas sus categorías por el torneo oficial del año o su equivalente en un año, más el 50% del costo del torneo anual", lo que generó nuevos inconvenientes (ver nota aparte).

El otro acontecimiento fue pasado fin de semana, se originó dentro del campo de juego entre los jugadores, por lo que se debió suspender el partido. Nuevamente tumultos, empujones y poco fútbol. Los protagonistas en este caso fueron los jugadores de los clubes Frontera y Chacarita.

Asimismo un hecho de mayores proporciones sucedió en la vecina localidad de Junín de los Andes donde los integrantes de los clubes Primeros Pobladores y Lanín y luego sus simpatizantes se trabaron en un altercado que dejó al menos 7 heridos, produciendo destrozos en automóviles y viviendas.

La alarma se enciende, a ocasionales episodios en algunas escuelas o en los barrios, de manera no tal ocasional; la violencia llega a las canchas, que estaban reservadas al deporte comunitario, la familia y la salud deportiva.

Es de esperar que los responsables de educar a los niños en las instituciones deportivas hagan sonar sus propias alarmas y poner manos a la obra. Como expresó el presidente de la Liga de Fútbol de San Martín de los Andes (LIFUSMA), Arnaldo Antonucci: “Tenemos que buscar la solución a los hechos de violencia, brindar la seguridad y que la gente entienda que a la cancha hay que ir a jugar al fútbol.”