El municipio decidió suspender la obra de los pluviales por el mes de febrero. Para ello deberá pagar a la empresa contratada un monto cercano a los $200.000 por el improductivo y contratará a los empleados cesantes para obras comunales.

28 Ene 2012
    

Si bien el compromiso inicial al momento de contratar esta millonaria obra de los desagües pluviales era la de no entorpecer las temporadas altas, los que trabajan en la construcción saben que muchas veces las buenas intenciones quedan enterradas bajo una cantidad de imponderables que se suceden al poner manos a la obra.

Es lo que sucedió en este caso donde por variados motivos la obra debió continuar durante julio y agosto pasados, y enero de este año. Mientras que ya se sabe que durante febrero la obra quedará paralizada para evitar conflictos en el tránsito vehicular habida cuenta del aumento de automóviles por los visitantes en la ciudad.

Si bien el objetivo es noble – y hasta casi racional -, la medida le costaría a la comunidad una suma de alrededor de los $200.000 en concepto de multa por improductividad que cobrará la empresa CN Sapag, a cargo de la obra y el sueldo de 15 trabajadores, cesanteados por la empresa.

Del lado del Municipio se están gestionando estos, no tan módicos 200 mil, a la Secretaría de recursos hídricos de la Nación, organismo que financia la obra y se comprometió con la UOCRA a emplear a los 15 trabajadores despedidos para tareas eventuales en el sector obras públicas.

Consultado el titular del gremio de la construcción Guillermo Olarán expresó “para la obra no es el ideal, pero acá hay un sector que se cree con mayores condiciones que otro y que se impone sobre otro, es el sector de cabañeros de la calle Brown, porque inclusive la empresa se ofreció a trabajar a partir de las 10 de la mañana para no tener problemas con los turistas.”

“Yo como ciudadano prefiero que los $200.000 vengan para el aeropuerto y no para pagar indemnizaciones. Como dirigente gremial y como ciudadano me molesta que no hagamos las cosas bien, y que un grupo de cabañeros tenga más poder que el resto de la sociedad, porque todos hemos tenido inconvenientes con esta obra; en este caso la ley no es pareja para todos” sentenció Olarán.