Asi lo señaló la diputada Alma Sapag en la sesión del día jueves de la cámara baja nacional.

26 Sep 2020
    

La diputada Alma Sapag señaló que “A través de la ratificación del Acuerdo Escazu, nuestro país escribe una nueva página de la historia ambiental global porque se ocupa de la problemática ambiental desde la perspectiva de los derechos humanos. Y sin dudas, este es un  atributo jurídico que contribuye a la protección del ambiente y su biodiversidad.”

“Con la sanción de la presente Ley –agregó- estamos ratificando lo que establece nuestra Constitución Nacional. En el caso de Neuquén, el acceso a un ambiente sano está presente en nuestra Constitución Provincial en el Artículo 54, que dice: ‘Toda persona tiene derecho a gozar de un ambiente sano y equilibrado, apto para el desarrollo humano y para que las actividades productivas o de cualquier índole, satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones futuras, así como el deber de preservarlo. Todo habitante de la Provincia tiene derecho, a solo pedido, a recibir libremente información sobre el impacto que causen o pudieren causar sobre el ambiente actividades públicas o privadas’.”

De esta manera en la sesión de ayer de la cámara baja nacional, la legisladora neuquina acompañó con su voto la sanción de la Ley que aprobó el Acuerdo de Escazú que brindará garantías a nuestro patrimonio natural y su sostenibilidad para las generaciones futuras. De igual manera, aprobó la ley de Defensa de los Activos del Fondo de Garantía de Sustentabilidad que contempla la renegociación de la deuda que algunas provincias tienen con la Administración Nacional de Seguridad Social (Anses), por 100 mil millones de pesos y también establece que los fondos para el pago de la Reparación Histórica a 900 mil jubilados pasará a financiarse por Anses y el Tesoro nacional.

La sesión se vio empañada por el escándalo protagonizado por el diputado nacional salteño Juan Emilio Ameri. La diputada “Chani” Sapag votó su suspensión y luego acompañó la aprobación de su renuncia. En la oportunidad manifestó: “Es inadmisible que un representante del pueblo argentino en el Congreso lleve adelante estas conductas de público conocimiento. Sesionar y trabajar en la cámara de diputados, ya sea de manera presencial o virtual, es una responsabilidad que se desarrolla en todo el territorio. Desde cada rincón tenemos el mismo compromiso con la ciudadanía de nuestro país. Por eso manifiesto mi repudio absoluto, vergüenza y dolor ante este tipo de procederes que socavan la confianza en las instituciones y sus representantes”.

Respecto del proyecto de ley que prohíbe la ayuda económica a empresas domiciliadas en paraísos fiscales, la diputada Sapag lamentó la actitud del bloque del Frente de Todos de incorporar cambios en forma inconsulta y a último momento, cuando se había arribado a un dictamen consensuado entre todos los bloques. “No se entiende la actitud del oficialismo, no respeta los consensos y el trabajo de las comisiones, destruye en un segundo todo lo que se construye a través del trabajo y del aporte de todos, en un tema que tenemos que estar todos unidos –cosa que se había logrado- no pueden con ellos mismos y terminan desuniendo y destruyendo”. El proyecto que había sido aprobado en forma ajustada, finalmente fue sometido a la reconsideración de su votación y volvió a comisión para alcanzar los consensos necesarios y ser tratado en la próxima semana.

Al referirse al mismo durante su intervención en la sesión, la legisladora del MPN destacó que se trataba de un proyecto justo “Porque es justo que en este momento de profunda crisis la ayuda del Estado a las empresas para que puedan seguir produciendo, generando riqueza y trabajo nacional, se destine a quienes contribuyen con la comunidad a la hora de pagar sus impuestos. No se puede beneficiar a quienes violan y evaden las normas. Que se cumplan las normas, que se respete el contrato social, es la base de funcionamiento de toda sociedad.”

No obstante recalcó que “esta circunstancia también nos debe invitar a reflexionar en positivo,  sobre las condiciones que debe brindar nuestro país no solo para evitar la fuga de capitales sino para que los mismos se inviertan en el territorio nacional, que contribuyan a la producción y al trabajo de los argentinos. Y para eso debemos generar certidumbre y seguridad jurídica. En este contexto de globalización no es atacando al capital como se atraen inversiones.”

“Certidumbre y previsibilidad  -agregó- deben ser los patrones que guíen los importantes debates que tenemos por delante. Y las señales deben ser dadas por la política, hoy más que nunca es necesaria la buena política, la que pone en el centro a la persona humana y el bien común, al ahorro, la inversión y la generación de trabajo. El camino no es seguir construyendo muros y ampliando grietas que dividen, sino convocando al diálogo en el respeto a la diversidad, buscando consensos y generando políticas de Estado. Si desde la política no damos este paso y generamos estas señales, no habremos aprendido de esta nueva crisis.”