De este modo las mismas podrán “llegar a las Plantas de Tratamiento para ser tratadas hasta conseguir una calidad del efluente compatible con las exigencias establecidas o que puedan establecerse en el futuro, para la protección de los cursos de agua y los acuíferos subterráneos” indica la información oficial.
La norma tiene por objeto regular los vertidos de aguas residuales a las redes cloacales existentes con el objeto de proteger la red sanitaria e instalaciones complementarias, asegurando su integridad material y funcional, asegurar la integridad de las personas que efectúan las tareas de mantenimiento y explotación, proteger los procesos de tratamiento de las aguas residuales”.
Además la intención es “alcanzar progresivamente los objetivos de calidad fijados para el efluente y para el cauce receptor o los acuíferos subterráneos, de forma de asegurar la Salud Pública, de conformidad con la legislación vigente”.
La norma legal pretende limitar la cantidad de vertido de aguas residuales no compatibles con el cuerpo receptor ya sea esta sea red pluvial o cloacal y preservar su calidad estableciendo las metas ambientales, dictando la normativa regulatoria pertinente y desarrollando políticas para la protección del ambiente