Qué está bien y qué queda mal a la hora de manejarse entre amigos y compañeros de trabajo en Facebook y Twitter

14 Mar 2011
    

¿Aceptar o ignorar? Esa es la cuestión cuando se presenta la invitación de un compañero de trabajo para conectarse por una de las tantas redes sociales que inundaron el universo de Internet, y el de las oficinas también. 

Y es que las cosas pueden complicarse cuando una de las invitaciones las manda el gerente departamental, o cuando empiezan a aparecer pedidos de cabras para "FarmVille" de parte de la contadora. Peor es que todo el area de legales esté comentando una foto de las últimas vacaciones de alguien de recepción. 

Facebook , Twitter y LinkedIn son algunas de las redes sociales donde más se pueden mezclar los límites de lo que es aconsejable para resguardar la privacidad. "Cada medio tiene su propio código y grupos de preferencia. Facebook, por ejemplo, es más personal porque en tu perfil solés poner datos más íntimos, tuyos y de tu red de amigos. LinkedIn, en cambio, es estrictamente profesional", señaló Leandro Zanoni, autor del libro "El imperio digital". 

Para Zanoni, la clave es darle a cada contacto el lugar adecuado dentro del amplio espectro de la vida 2.0: "Cuando cruzás las barreras y tenés a tu jefe en Facebook se generan situaciones incómodas", advierte. La buena comunicación con compañeros y superiores del trabajo puede devenir en una conexión vía redes sociales, pero no necesariamente se quiere que el gerente ponga "me gusta" en las fotos de las vacaciones, o que toda la oficina sepa qué rockero fuiste en la otra vida.
 
"Cuando uno decide tener Facebook, debe analizar si lo va a usar para un mundo social limitado o lo va a ampliar al ámbito corporativo empresarial. Si el caso es el segundo, hay que aceptar a todo el mundo, colegas indeseables inclusive. Si es personal, se puede rechazar con cortesía las solicitudes de amistad", resume Karina Vilella, directora del Centro de Diplomacia consultada por la revista Noticias .
 
Menos 2.0 imposible, pero así y todo el chat sigue vigente y se usa en muchas empresas para trabajar día a día. Este hábito puede confundir a más de un jefe y provocar cosas como que pida algo fuera del horario de oficina. "Hay que excusarse y decir que en ese momento estás ocupado. No contestarle no es una opción", asegura Vilella.
 
La clave a la hora de poner orden entre los contactos de Facebook es agruparlos usando el filtro de privacidad disponible en el sitio. También es aconsejable no etiquetar en una foto a un contacto si salió mal en esa imagen o si pidió expresamente que no lo etiquetaran. Otra opción es aplicar el tradicional filtro de elegir qué fotos son aptar para subir al vasta universo web.
 
Otras actitudes pueden parecer "mala onda" en ciertas redes sociales pero no por eso son símbolo de mala educación. Por ejemplo, mantener la cuenta de Twitter en modo seguro es una elección del usuario, así como también lo es seguir a quien lo siguen. No hay posibilidad de enojos si un "follow" no es correspondido con otro. Simplemente no funciona así.