Durante el 15 y 16 de octubre se llevaron a cabo en San Martín de los Andes las "Jornadas de Orientación, Prevención y Capacitación del Juego Responsable". Las actividades se desarrollaron en escuelas primarias, secundarias y centros de jubilados de nuestra localidad, bajo el lema "Cuidarnos es parte del Juego".
La iniciativa fue organizada por el Instituto de Juegos de Azar del Neuquén (IJAN) en conjunto con la Dirección General de Infancias, Adolescencias, Género y Diversidad, dependiente de la Secretaría de Desarrollo Humano de la Municipalidad.
Los talleres estuvieron a cargo de un equipo interdisciplinario de psicólogos, profesores de Educación Física, un psicomotricista y músicos, quienes implementaron una metodología teórico-práctica que incluyó juegos, dibujos y música.
El objetivo central fue reflexionar y orientar sobre la forma en que las personas se vinculan con los dispositivos, promoviendo el autocuidado y fortaleciendo factores que reduzcan los riesgos asociados a consumos problemáticos.
Desde el área municipal de Infancias se señaló que es prioritario fortalecer las redes comunitarias de protección, dado que el mundo digital está profundamente integrado en la vida cotidiana. Advirtieron que, si bien las tecnologías pueden construir identidad, "el uso desmedido o inapropiado puede incrementar el riesgo de problemas asociados a la salud mental".
Los profesionales alertaron sobre la lógica de la "Economía de la Atención" que utiliza la industria tecnológica para captar el tiempo del usuario con fines comerciales. Indicaron que el verdadero peligro surge cuando intervienen sitios ilegales o desregulados, como los de juegos de azar y apuestas no autorizadas, a los que los menores de edad tienen acceso.
En este sentido, recalcaron que estas plataformas ilegales exponen a los usuarios a múltiples riesgos, como el grooming, robo de datos personales, estafas y el contacto con desconocidos que pueden poner en peligro a niños y adolescentes.
Finalmente, los especialistas señalaron que las investigaciones indican que los problemas por el uso excesivo de pantallas comienzan a edades tempranas, especialmente cuando no hay supervisión de adultos, facilitando la transición de un uso recreativo a uno compulsivo. Por ello, concluyeron que es vital fortalecer las redes comunitarias y familiares para asegurar un uso seguro y responsable de las tecnologías.