Después de seis años de batallar en los estrados judiciales, el comisario inspector Luis Alberto Morales logró un fallo a su favor por el cual el actual gobierno de la provincia deberá reincorporarlo a la fuerza policial tras haberlo pasado a retiro obligatorio en septiembre del 2007 por su intervención en el conflicto entre un grupo de choque y los docentes que impedían el ingreso a una destilería en Plaza Huincul, hecho que ocurrió el 30 de marzo del 2006.
La Justicia resolvió que el decreto por el cual el gobierno lo pasó a retiró obligatorio no tiene validez, razón por la cual Morales debe ser reincorporado nuevamente a las filas de la policía de la provincia, hecho que podría ocurrir en poco tiempo más.
El ex comisario inspector dijo que “en marzo del 2006 era el segundo jefe de la Dirección de Seguridad Interior de Cutral Co. Hacía menos de tres meses que estaba en ese cargo y en ese lugar como comisario inspector y a un paso de ser comisario mayor”.
“Para esa fecha –continuó- los docentes mantenían bloqueado el ingreso a una destilería, cosa que provocaba números inconvenientes y si bien ya se habían hecho algunas presentaciones legales, la justicia no había emitido orden de desalojo alguna”.
Según recuerda Morales, “ese día, el 30 de marzo, la situación estaba muy tensa, un grupo de personas integradas por punteros políticos, desocupados, algunos gremialistas y hasta delincuentes haciéndose pasar por gente de la UOCRA, había dado un ultimátum indicando que si a las 14 los maestros no desalojaban del lugar los iban a sacar a patadas”.
“Finalmente así fue, llegó esta gente y sin más, prácticamente los barrió. Yo estaba allí con dos policías, ya que la orden era replegarse, cosa que viendo lo que pasaba era irracional”, recordó Morales.
El por ahora comisario inspector retirado, prosiguió diciendo que “con el correr de los minutos llegó al lugar el sub-comisario Zambrano, que me secundaba en el operativo, con algunos otros agentes y viendo lo que pasaba en el lugar nos metimos a separar a las partes, o mejor dicho a evitar que los que habían llegado diciendo que eran de la UOCRA siguieran pasándole por arriba a los docentes, en su mayoría mujeres. Esto nos llevó varias horas hasta que pudimos al menos calmar un poco los ánimos y los maestros se retiraron del lugar”.
Contraorden
Según indicó Morales “antes de caer la noche la orden cambió radicalmente, llegó el superintendente de seguridad que era el comisario general Soto y llenó de efectivos la zona, porque se temía que los maestros intentaran otra vez ocupar el lugar. Calculo yo que pasamos de unos pocos hombres a más de 150 en el lugar”.
“A las 23 horas me notifican que el comisario Mayor Seguel, que era mi jefe en la Dirección de Seguridad, había sido desplazado y que yo quedaba en su lugar; sin embargo antes de las 6 de la mañana del otro día, me llaman otra vez y me dicen que yo también me tenía que ir”, recordó Morales.
A partir de ese momento el uniformado con 26 años de carrera comienza a transitar lo que define como “un calvario que finalmente terminó con decreto firmado por entonces gobernador Sobisch por el cual se me pasó a retiro en forma obligatoria”.
Morales realizó los reclamos administrativos correspondientes y en virtud de las respuestas negativas obtenidas optó por presentar el caso en la justicia, quien finalmente falló a su favor.
El comisario inspector afirma que “todos estos años fueron muy duros, Zambrano un gran amigo falleció, las cosas en la economía familiar se pusieron difíciles ya que no me pagaron el cargo que tenía al momento del retiro. Para vivir tuve que hacer changas de pintor, de mecánico y hasta reparar bicicletas; por eso no puedo ocultar mi alegría ante este fallo”.
Ahora las autoridades de la Jefatura de la Policía deberán decidir cómo y a que lugar es asignado nuevamente el comisario inspector Luis Alberto Morales, en virtud del fallo judicial en cuestión.