Si bien la propuesta no tuvo gran acogida por el mal tiempo, aquellos que acompañaron al vecino Taku Aravena, algunos en bicicleta y otros en auto, realizaron el trabajo encomiable de recoger la basura a la vera de la ruta 40 por Siete Lagos.
Más de 20 bolsas se recogieron desde el inicio de la ruta de los Siete Lagos hasta el circuito Arrayan, aquellos que iban en bicicleta y que debieron desistir por las inclemencias del tiempo cerca del mediodía.
“Hay mucha más basura de la que pensábamos, porque ves basura al costado (de la ruta) y cuando llegas sigue para abajo”, contó Taku, que luego de dos horas de llenar bolsas con residuos, habían llegado recién hasta la entrada a Catritre.
Aunque tuvieron que volver sin poder llegar hasta el Falkner, se recogió gran cantidad de basura, y prometieron volver para poder terminar con la tarea propuesta. Ojala para la próximo se pueda contar con más voluntarios como Taku, para poder mantener “nuestra casa” limpia y en condiciones para recibir a los turistas.
Y a los turistas (y porque no algunos residentes) recordarles que regresen con su basura a la ciudad y que la depositen en los lugares destinados a tal fin (que con seguridad no es al costado de la ruta).