Desde las 10 de la mañana de ayer los tribunales judiciales de Junín de los Andes se vieron agitados por dos motivos que involucran la investigación del caso Aigo. Por un lado declaró, ante el Juez Luchino, la testigo reservada propuesta por la defensa y por otro lado la ciudad amaneció con pintadas ofensivas para con el policía asesinado.
Respecto de la declaración de la testigo, sus dichos permanecerán en reserva ya que son materia de investigación y aportan datos relevantes a la misma. Tanto el fiscal Manuel González como el abogado querellante Saúl Castañeda se mostraron conformes con la exposición de esta persona en el marco de la causa, al tiempo que también estuvo presente Mariano Laprida, abogado defensor de Marcos Fernández, que se retiró sin hacer declaraciones.
Por su parte Castañeda dejó entrever a la prensa que la testigo habría ratificado la presencia de Salazar Oporto en Junín de los Andes los días previos al asesinato, acompañado por otras personas de Junín y San Martín de los Andes, ligados al poder político.
Según pudo averiguar este diario la testigo habría aportado información relevante, desconocida por los abogados y el fiscal, que abren un nuevo campo de investigación en el marco de la causa que investiga el vínculo de los fugados con el poder político local.
Por otro lado varios paredones de la ciudad vecina aparecieron pintados con frases ofensivas para con el policía José Eduardo Aigo del estilo “Aigo se lo merecía” con la firma en forma de escudo del ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo), lo que provoco la natural indignación de la familia del uniformado caído el 7 de marzo de 2012.
Desde la familia Aigo se indicó tener indicios de quienes podrían estar detrás de las pintadas y que han amparado lo que ha pasado y que son cómplices, habría indicado Aldo, hermano de José Aigo.