Juana, Yessica y Carina son tres mujeres de las siete familias que se instalaron en este terreno a metros de la Ruta 48, “vinimos con un camión, con los paneles para hacer las casitas, las carpas y los chicos. Nos instalamos acá para que nos den una solución, un terreno o una vivienda, venimos anotados hace bastante tiempo en planes y nunca nos dieron una solución. Necesitamos un lugar donde vivir”, dice una de las madres.
Describen diferentes situaciones sobre el que era su hogar hasta ayer, “algunos alquilan, otros viven con sus padres y o de prestado y es bastante incómodo estar viviendo así. Así que ayer decidimos asentarnos acá y hoy nos vinimos.”
El motivo que las impulsa a esta medida, explican las chicas, es que “si no haces algo así no te dan importancia, hace años que estamos anotados en planes y no pasa nada. Acá hay un nene discapacitado y no hacen nada.
Consultada sobre la posibilidad de quedar fuera de cualquier plan de vivienda por estar usurpando un terreno, una de ellas dijo “pero si no nos dan ni una oportunidad, es casi lo mismo, estar en la nada. No perdemos nada.”