“Tanto trabajar acá haciendo las casitas, todo el día laburando, me quedé dormida con la vela y se quemó un poco de ropa y gracias a Dios no pasó nada, estaba con mi hijo (2 años) y mi hermanito (11)”, dijo Rocío, vecina de una de las tomas.
“Me alcancé a despertar cuando estaba una pared prendida pero la pude apagar con tierra porque no tenía ni agua; los vecinos me ayudaron, sacaron al nene”, continúa diciendo. Se quemó ropita del hijo de Rocío, camperas y la mochila de la escuela de su hermanito.
Además participan de la toma la mamá de Rocío y dos hermanas de 15 y 20 años que no estaban en la casilla al momento del susto. Afortunadamente no hubo heridos y ni daños mayores.