Se aprobó el estudio de Factibilidad ambiental del proyecto El Cauquén

El principal tema del día, y el que más tiempo de debate llevó esta mañana
en la sesión del Concejo Deliberante, fue la aprobación del estudio de
factibilidad ambiental del desarrollo urbano conocido como “Los Cauquenes”,
propiedad del establecimiento educativo Fasta. Allí se prevé construir un
seminario religioso, un establecimiento educativo y lotes para viviendas y
locales comerciales en una zona de 44 hectáreas, de las cuales el 65% están
declaradas intangibles.

Luego de largas exposiciones, entre las que hay que destacar una
intervención de 43 minutos de la concejal Ambrogi en contra de la aprobación
del proyecto, el esutdio de factibilidad ambiental que permitirá el
desarrollo urbanístico de un sector lindero a la Vega Plana fue sancionado. A excepción de
la mencionada concejal Ambrogi (UNE) y Emilia Otharán de Libres del Sur, el
resto de los concejales se manifestó a favor de la aprobació del proyecto.

Se trata de uno de los proyectos más antiguos que trata el cuerpo
legislativo, más precisamente, data del año 2003, y a criterio de la mayoría
de los representantes de la comunidad “debe ser uno de los proyectos más
seriamente trabajados y el resultado de todos estos años de trabajo se ven
reflejados en un emprendimiento totalmente superador al presentado
inicialmente”. A criterio del concejal Raguzzo “es técnicamene
irreprochable”.

El debate del proyecto de la aprobacion del estudio de factibildiad se
inició con una presentación de impugnación al estudio por parte de la
Asociación Conservación Patagónica en la voz de la concejal Ambrogi. Lo que
se cuestiona, entre otras cosas, es la “falta de un código de buenas
prácticas ambientales”; código al que se hace referencia en el artículo 50
de la ordenanza 8390 para la aprobación del tipo de emprendimiento urbano
que el Fasta quiere llevar adelante en la zona lindera a la Vega Plana.

Según dijo Ambrogi, “no nos oponemos a un proyecto privado en particular.
Estamos presentando una impugnación porque con este proyecto no se está
cumpliendo lo que pide la ley. El proyecto del Fasta es bueno y se lo
merecen, pero tiene que cumplir con lo que está escrito. La ordenanza 8390
que permitirá este desarrollo es una vergüenza porque se va a
impermeabilizar un mallín y todos vamos a sufrir las consecuencias de las
inundaciones. Va a ser un desastre ecológico para nuestra ciudad”.

La concejal Otharán fue más directa: “este proyecto será el puntapié inicial
para empezar a urbanizar la zona de la vega plana”. Y fue más allá cuando
acusó indirectamente a Raguzzo por ser representante de intereses
particulares: “seguramente debe ser un buen broche de oro para quien decidió
hace pocos días terminar con su carrera política”.

Más allá de las idas y vueltas y las chicanas políticas, el concejal Insúa
leyó las cuestiones particulares que hacen al código de buenas prácticas
ambientales que obliga a incluir la ordenanza 8390 para la aprobación del
proyecto Los Cauquenes.

Finalmente y pese a los votos en contra de Otharán y Ambrogi, el Concejo
Deliberante dio luz vez a la continuidad del proyecto inmobiliaro en la zona
lindera a la vega plana.