Juan Marcos Fernández y Analía Godoy serán juzgados por un cuerpo colegiado integrado por tres jueces, en el marco de la causa que investiga la participación de los jóvenes como “ocultadores” de información en la búsqueda de los dos prófugos chilenos del caso Aigo.
Los delitos de falso testimonio y el de encubrimiento calificado, con penas que podrían llegar a los seis años, son las imputaciones que recaen sobre el hijo del intendente y su pareja.
Ayer, el juez Mariano Etcheto, decidió dar lugar a algunos planteamientos que había realizado la defensa de los acusados, el Dr. Mariano Laprida, respecto a algunas pruebas presentadas por fiscalía y la querella.
Uno de esos pedidos denegados, fue la realización de un estudio de ADN en las cintas que envolvían los paquetes verdes que iban en la camioneta. Además, el juez entendió que no hará flata citar a declarar al juez Joaquín Cosentino por su participación en una escena en particular donde –según la fiscalía- el letrado no habría querido tomarle declaración a Juan Marcos Fernández.
Lo que si rechazó el juez, fue el pedido de nulidad de las dos tarjetas TUM (Tarjeta Única Migratoria) realizado por Laprida. Las mismas, fueron encontradas en la vivienda de Antonio –Salazar Oporto y llevan el nombre de Juan Marcos Fernández. Las TUM ya forman parte de las pruebas que aportará la fiscalía.
La familia Aigo no se mostró del todo conforme con las decisiones que fue tomando el juez, aunque se entusiasmaron al saber que se trató de la última audiencia de cara a la realización de juicio a los jóvenes sanmartinenses, en el que se determinará su participación en el hecho.