Trasladaron a 25 presos a un pabellón de mediana seguridad.

03 Jul 2014
    

Después de 11 años, finalmente se concretó la puesta en funcionamiento del complejo penal de Senillosa, donde mantener a cada interno tendrá un costo de 8.000 pesos mensuales. Ya trasladaron a 25 internos y se estima que en los próximos días se completarán las 50 plazas que tiene el pabellón de mediana seguridad habilitado.
“Es una cárcel que tiene varios pabellones, que se irán habilitando progresivamente con el tiempo. El complejo es muy moderno y tiene todo lo necesario para el tratamiento y la rehabilitación de los internos que han sido trasladados desde diferentes unidades penitenciarias”, detalló el subsecretario de Seguridad Gustavo Pereyra.
Ricardo Elegueta, director de unidades de detención, explicó que “todos los trasladados están condenados por delitos contra la integridad sexual. Son 19 que estaban en la U12, conocida como la cárcel de los violadores, y 6 que provienen de la U11 de Parque Industrial”.
Si bien no se adelantaron datos presupuestarios de la cárcel más grande de la provincia, LM Neuquén averiguó que cada uno de los internos costará mensualmente poco más de 8.000 pesos. En la ecuación se contempla alimentación, traslados, educación y las tares del sistema penitenciario.
Para cuidar a esta primera tanda de internos hay un cuerpo de unos 60 penitenciarios y se puso a disposición de Unidades de Detención móviles para trasladar al personal al distante penal enclavado en el Parque Industrial de Senillosa.
De acuerdo con lo informado, los presos contarán con educación primaría y se está acordado con las autoridades del CEPI la pronta incorporación de los talleres. En tanto, la alimentación será mediante viandas, pero a futuro está previsto que se ponga en funcionamiento la cocina del penal, donde se pueden elaborar alimentos para una población de 600 internos más guardiacárceles.
En cuanto al sistema de visita, se está coordinando agregar a las tradicionales jornadas de miércoles y sábados dos días más entre semana. “Esto es debido a las distancia que tienen que recorrer los familiares para llegar al complejo”, detalló Elgueta.
El penal está a cargo del subcomisario Leonardo Correa cuenta con cámaras de seguridad, cierres electrónicos y celdas personales. A la habilitación del pabellón se sumó la enfermería y las aulas.
El penal cuadruplicó la inversión inicial y todavía no está terminado
NEUQUÉN
Repasando la historia del complejo penal se advierte que el proyecto original contemplaba alojar allí a presos provinciales y federales para liberar el edificio de la Unidad Federal 9, ubicado en el centro de la ciudad de Neuquén.
El ex gobernador Jorge Sobisch pretendía recuperar esas valiosas 9 hectáreas céntricas para un supuesto desarrollo inmobiliario. La negativa del Gobierno Nacional obligó a encarar la construcción de la cárcel en Senillosa, a tres kilómetros de la Ruta Nacional 22, en medio del Parque Industrial de la localidad, con fondos que salieron de las arcas provinciales.
La licitación salió en 2003, por un monto exacto de 41.400.000 pesos. Al año, cuando fue adjudicada a la empresa Riva y Luciano SA., la cifra había trepado a los 50 millones de pesos.  
En 2007, en medio de anuncios de terminación y entrega del complejo penitenciario, Sobisch admitió que por los mayores costos la inversión ya superaba los 70 millones de pesos. En 2008, con Jorge Sapag como gobernador, ex vicegobernador de Sobisch, se reconoció que el desembolso hasta ese momento alcanzaba los 74.253.000 pesos.
Tres años después se estimó que el penal había consumido al Estado neuquino más de 100 millones de pesos y todavía restaban obras.
A partir de entonces, nunca más ofrecieron una cifra oficial de los millonarios desembolsos que ha significado Senillosa para la Provincia.
El martes el Gobierno tampoco quiso hablar de costos, aunque extraoficialmente trascendió que la obra ya superó el umbral de los 150 millones de pesos y sólo ha sido habilitada en forma parcial. Esa cifra  es casi cuatro veces el monto inicial de la obra.