El soñar es una de las actividades que realiza nuestra mente cuando no estamos en estado de vigilia. Cuando dormimos, “desconectamos” ciertas áreas de nuestro cerebro, y otras se mantienen en funcionamiento. En este momento, los niveles fisiológicos como por ejemplo la frecuencia cardiaca, descienden.
Para entrar en la etapa de sueño, debemos desconectarnos de la vida exterior, prepararnos para descansar, poniéndonos ropa acorde y recostándonos, para así centrarnos en nuestro interior y que nuestra conciencia se debilite.
Es así como una persona con una alteración en el sueño como ser un “sonámbulo”,
No logra disociarse del mundo exterior, impidiendo así cortar la relación con su cuerpo, es entonces que lleva al exterior lo que vive internamente, es decir, lo que sueña. Ciertos mecanismos cerebrales que se corresponden con el área motriz que deberían estar dormidos, se encuentran activos en este tipo de trastorno, por lo cual la persona camina y realiza cualquier movimiento que refleje lo que esta soñando.
El sonámbulo puede recordar su sueño pero no que se levanto...
El sueño consta de dos “fases”, una denominada REM y otra NO REM
Durante la fase REM nos hallamos sumergidos en un sueño profundo y manifestamos movimientos oculares rápidos, es aquí donde se desarrollan nuestros sueños.
Se dice que tenemos 4 o 5 periodos de sueño REM por noche que duran entre 5 y 20 min.
El primer periodo de sueño REM comienza entre los 70 a 120 min. de habernos dormido.
La cantidad de estas fases de sueño que tengamos por noche, dependen de nuestra edad, son menos frecuentes a medida que envejecemos.
Está comprobado científicamente que todos los seres vivos soñamos, más allá de que lo recordemos… depende de nosotros trabajar en ello.
Freud el pionero del psicoanálisis, entre 1895 y 1899, en su intento por descubrir la causa de una alteración en el sistema nervioso caracterizada por una inestabilidad emocional (Neurosis) comenzó a interpretar los sueños. Para el, los sueños eran “la vía regia” para llegar al inconciente, que dentro de su concepción del aparato psíquico es la instancia motor de nuestras vidas.
Para Freud los sueños son la manera que encuentra nuestro psiquismo para cumplir deseos inconcientes reprimidos, a través de ellos descargamos nuestros miedos más arcaicos y frustraciones
Los sueños tienen un lenguaje simbólico, Freud para analizarlos los descomponía en diferentes partes y les pedía a sus pacientes que “asocien libremente”, es decir que digan lo que se les ocurría en base a cada parte del sueño, entonces se interpretaba según los símbolos de la realidad interna y externa del paciente.
Los deseos inconcientes se deforman y disfrazan, ese disfraz les permite traspasar la barrera de la represión y llegar al subconsciente, este proceso hace más “amenos” sueños que de otro modo serian traumáticos. Este disfraz es lo que recordamos al despertar, y es el contenido “manifiesto” del sueño. El otro componente del sueño es el “latente” que esta formado por nuestros deseos inconcientes reprimidos.
El sueño se rige por las leyes del inconciente, las cuales no respetan tiempos ni espacios de allí que nuestros sueños sean a veces incomprensibles. Podemos estar aquí y de repente allá, y hasta volar…
Cuando el disfraz que intenta poner nuestro mecanismo de defensa, falla, tenemos pesadillas que nos producen miedos y angustias.
Recordar lo que soñamos nos sirve para introducirnos en nuestro mundo interno. Y saber más de nosotros mismos.
Ya desde la biblia los sueños eran vistos como mensajes que enviaban los dioses, para anticipar catástrofes o buenos presagios.
En la antigua Grecia, en cambio se creía que los sueños eran manifestaciones de la naturaleza del hombre y que no tenían que ver con lo sobrenatural.
Existe una simbología básica que daría cuenta de sentimientos internos por los que estamos atravesando. Dentro de ellos, soñar con el “sol” significaría, calidez, energía, protección. Soñar con agua, representa, pureza, fertilidad.
El fuego nos habla de pasiones o peligros, la tierra representa deseos relacionados con la maternidad, paternidad, seguridad, etc.
Si nuestros sueños transcurren siempre en nuestra Infancia, representan lo arcaico no resuelto o anhelado.
Si soñamos siempre con nuestra etapa adolescente quizá estemos necesitando un “cambio”.Los sueños recurrentes en cuanto a enfermedades, representan miedos y preocupaciones
La muerte, nos representa la necesidad de poner fin en alguna situación o relación
Los sueños donde subimos escaleras o volamos nos indican las ganas de superarnos, Así como los sueños donde descendemos nos alertan sobre inseguridades, miedos o angustias.
Desde la técnica del control mental podemos crear sueños que sirvan para resolver problemas, para lograrlo tenemos que meditar antes de dormir y decirnos “quiero recordar mi sueño” como primer paso.
Debemos dormir con un papel y lápiz cerca y ni bien nos despertemos anotar lo que soñamos. Practicaremos así el aprender a recordar, durante un tiempo. Luego, el segundo paso seria meditar antes de dormir repasando el problema que nos interesa resolver, para el que necesitemos un consejo o respuesta, y decirnos “quiero tener un sueño que me sirva para solucionar lo que me preocupa, voy a recordarlo y comprenderlo.”
Controlando así nuestros sueños nos sorprenderemos acerca de su poder…
Para los que creemos que hay algo más mágico en el tema de los sueños, pensamos que algunos de ellos son viajes astrales, ya que cuando soñamos, nuestro cuerpo astral se desprende del cuerpo físico y vive experiencias increíbles en los diferentes planos, las cuales nos sorprenden y nos parecen increíblemente reales aun despiertos….
Aprendamos a interpretar el mensaje oculto en nuestros sueños y sabremos más acerca de nuestro mundo interno y de la naturaleza de nuestra alma…