El Proceso de Orientación Vocacional es “una invitación a imaginarse qué quiero yo para mí, de acá en más”, sintetizó Carmen Manson, especialista en la temática, al ser consultada en Radio Fun por el proceso de transformación de inquietudes al que pueden asistir los adolescentes y adultos de nuestra ciudad, con el objetivo de decidir qué ocupación o carrera elegir para desarrollarse profesionalmente.
Manson, quien estudió Psicólogía en la UBA, Orientación Vocacional en la Universidad del Comahue y cuenta con una Maestría en Psicología del Aprendizaje, indicó que “no estamos hablando de un test”, sino de un proceso: “Tiene que ver con conocer tus inquietudes e intereses profesionales, laborales, la posición de inserción en el mundo de trabajo actual. Para eso se brinda mucha información; muchos nos quedamos con que existen carreras tradicionales, o una sola forma de estudiar, que es con cursando presencial, pero hay infinitas posibilidades para quien está haciendo orientación, tiene ganas de hacer algo, pero no de estar cinco años estudiando. Tiene que ver con qué tipo de vida yo quiero hacer, qué estoy dispuesto a hacer en caso de elegirla. Por ejemplo, ¿Estoy dispuesto a irme a estudiar cinco años a otra provincia? ¿Tengo la posibilidad económica de poder hacerlo? Una vez que me recibo, ¿vuelvo a San Martín porque yo quiero vivir acá, o me quiero ir? Se trata de imaginar un proyecto de vida”, detalló.
Por otro lado, remarcó la importancia de realizar este proceso en la localidad, en encuentros grupales: “El tema de la ocupación en lugares como el nuestro, donde no hay tanta oferta educativa, sin un gran abanico de ofertas, es que muchos migran a las ciudades donde las hay. Acá se juegan un montón de cuestiones, como el desarraigo, la culpa si se quiere cambiar de carrera sabiendo que son mis padres que me pagan el alquiler en otra provincia, por ejemplo. Hay cosas comunes que, si las charlamos en grupo, haciendo le proceso, es más tranquilizador para el adolescente, o adulto”.
“Se juega esta cosa del elegir”, agregó: “Cuando vos elegís algo, estás tomando una decisión, qué sí y qué no, dejando de lado otras cosas. Se ponen en juego un montón de cosas”, y anticipó que durante las sesiones se utilizan distintas técnicas de abordaje, como la confección de un árbol genealógico vocacional de cada participante, donde aparece la historia de a qué se fue dedicando cada familiar, indicando tendencias y diferenciaciones en mandatos sociales, familiares, escolares.
Para finalizar, Carmen Manson destacó que la Orientación Vocacional puede realizarse en grupos, o de manera individual, y que se trata de un proceso en el que los asistentes, a lo largo de las 10 o 12 sesiones que dura el proceso, serán quienes deberán asumir la mayor parte del trabajo, animándose a descubrirse.
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