La Selección Nacional venció 4 a 0 al anfitrión, Estados Unidos, y espera a su retador, que se definirá hoy, entre Chile y Colombia.

22 Jun 2016
    

Ya sabemos cómo es esto. Venimos acostumbrados a las finales. Tenemos una de Mundial y una de Copa América en los últimos dos años. Y también sabemos lo que podemos sentir cuando terminan. Sin embargo elegimos recargar las esperanzas y la confianza en esta Selección Argentina que por ahora (y toquemos madera) viene haciendo absolutamente todo bien. Elegimos porque queremos creer, todavía queremos creer, que esta vez sí nos puede tocar a nosotros festejar hasta el final.

Argentina venció 3 a 0 al local de la Copa América Centenario, un equipo estadounidense que chocó contra la muralla defensiva nacional y que quedó entregado desde que a los tres minutos del primer tiempo, Ezequiel Lavezzi, después de un mágico pase de Lionel Messi, despertó al marcador.

Media hora más nos hizo esperar Messi antes de demostrarnos, con un tiro libre que ni en la Play Station se podría ver tan perfectamente digitado, por qué se mereció superar a Gabriel Batistuta en cantidad de tantos anotados con la albiceleste. Porque hay algo en ese rosarino del que cualquier mamá del mundo estaría orgullosa. Porque asiste, porque crea, porque sorprende. Porque hace que la pelota tenga ganas de correr a tocarle el pie.

Ya en el segundo tiempo, Gonzalo Higuaín anotó el tercero y el cuarto gol de la Selección Argentina, saciando sus ansias y las nuestras, las acumuladas de otras noches que hoy no elegimos recordar, cerrando el 4 a 0 que firmó definitivamente esta nueva final, que se disputará el domingo, a las nueve de la noche en Nueva Jersey, y cuyo contrincante se definirá hoy, desde las 20 horas, entre Chile y México.

¿Nos animamos a soñar?