Entrevista a la Oficial Inspector Olga Hernández, de la Comisaría de la Mujer, Niñez, Adolescencia y Familia. Un informe del Observatorio de la Niñez y Adolescencia de San Martín de los Andes.

08 Abr 2016
    

La Comisaría de la Mujer, Niñez, Adolescencia y Familia es la unidad policial más nueva que hay la localidad. Su trabajo está relacionado con dos leyes: la 2785 (cuando se creó la unidad era la 2212) que aborda temas relacionados a la violencia familiar, y la 2302, de protección integral del niño y el adolescente en Neuquén.

Olga Hernández nos explica que la creación de esta Comisaría tiene que ver con la necesidad del Estado de generar espacios adecuados, según lo prevén estas leyes, para dar contención a las mujeres víctimas de violencia familiar, y para albergar transitoriamente a los menores que están en conflicto con la Ley. Olga es policía del Neuquén desde el 2003, y desde diciembre del 2011 fue trasladada a esta unidad.

“Nosotros trabajamos con niños y adolescentes menores de 18 años cuando son autores de hechos delictivos, por eso se dice que es para menores que están en conflicto con la ley. En ese caso cuando las unidades van hacia un robo o un disturbio y hay menores involucrados, se nos convoca y traemos siempre a los menores a esta unidad, donde permanecen en la guardia de prevención hasta que son convocados sus padres o responsables para que se hagan cargo de ellos”, relata Hernández.

“Nos relacionamos con la ley 2302, junto al Defensor de los Derechos del Niño y Adolescente, cuando hay denuncias ligadas a menores que no concurren al colegio, o que tienen problemas de adicciones, o con situaciones de violencia familiar en la casa, problemas de comportamiento, o de alcohol, también cuando salen sin permiso y no vuelven. En todos esos casos nosotros tomamos denuncias conforme a la ley 2302 y damos intervención al Dr. José Luis Espinar, como defensor de sus derechos. Son unas 200 denuncias al año. Nosotros somos auxiliares de la justicia, por lo tanto recibimos la denuncia, la orientamos, y siempre que hay menores que no han cometido hechos delictivos, le damos intervención al Defensor”, aclara Olga Hernández.

“También trabajamos cuando son víctimas de abuso, y allí vuelve a intervenir el Defensor, porque es quien puede tomar medidas cautelares para que, por ejemplo, se excluya de la vivienda a quien comete el delito”, afirma. Esta Comisaría trabaja sobre todo el departamento Lácar, más los parajes rurales. Son 4 oficiales, uno por turno. Desde principios de marzo hay un oficial por guardia, cubriendo así todos los horarios para recibir las denuncias que allí llegan.

Periodista: ¿Qué temas les demandan habitualmente más trabajo?

Olga Hernández: Muchos de los casos y denuncias que recibimos son a causa de problemas de conducta de adolescentes. Las hacen los padres, pero también maestros o directores de secundarios. Es que cuando comienzan las clases, hay chicos que amenazan a otros diciéndoles que se van a pelear afuera de la escuela, o lo hacen a través de las redes sociales, y cuando ven los adultos que hay riesgo, vienen y hacen la denuncia.

 

También tenemos muchos problemas con los incumplimientos de los regímenes de visita, de padres separados, donde los chicos quedan en el medio, sufriendo la violencia entre los padres. Muchas denuncias por el tema de la cuota alimentaria.

Hay denuncias de violencia familiar de grandes a menores, pero también de hijos a padres, ya cuando los chicos tienen 16 o 17 años, son situaciones muy complejas. Recibimos la denuncia y damos intervención a quien corresponda. Si es penal trabajamos con la fiscalía.

Con Desarrollo Social lo hacemos por ejemplo cuando tenemos un menor que es víctima de violencia familiar para que nos puedan brindar un lugar en el refugio, para protegerlo. Siempre tratamos en estos casos de que algún familiar pueda recibir al menor para que se sienta más cómodo, pero cuando no existe esta posibilidad pedimos el alojamiento en el Refugio.

Periodista: ¿Son muchos los casos de menores en conflicto con la ley?

Olga Hernández: No hay muchos hechos delictivos donde participen menores; según nuestras estadísticas pueden ser de 4 a 5 por mes, y algunas veces son los mismos chicos los que los cometen. No es un índice alto de causas donde los menores estén identificados. Siempre hay desamparo familiar en estos casos, y desde el Estado se los trata de acompañar según nos cuenta el Defensor.

Periodista: ¿Realizan trabajos preventivos?

Olga Hernández: Esta unidad es netamente judicial, nosotros no hacemos prevención. Eso sí, en las instituciones que nos convocan participamos brindando charlas desde jardines de infantes hasta secundarios, les contamos cómo trabajamos, y abordamos el tema de la violencia familiar, por ejemplo entre los adolescentes temas como la violencia en el noviazgo; los invitamos a que se animen a denunciar, que no les de miedo o vergüenza, que confíen, y que sepan que al ser menores de edad se les asegura la reserva de la identidad. Les decimos que no tienen que esperar a recibir un golpe para animarse a denunciar, les hablamos sobre la violencia psicológica y el maltrato verbal, para que sepan que también lo pueden denunciar.

Periodista: ¿Las campañas provinciales son útiles para trabajar estos temas?

Olga Hernández: La campaña “Contálo” fue muy buena. El tema del abuso es muy complejo, generalmente se da en el ámbito intrafamiliar, y es difícil sobre todo cuando las mamás no les creen a sus hijos, cosa que suele pasar. Muchas veces las denuncias por abuso se dan desde las escuelas a través de estos programas,  y algunos adolescentes, después de años, se animan a contarlo luego de la realización de estos talleres sobre violencia sexual en la escuela. Y por suerte lo denuncian. A nosotros nos convocan a la escuela y nos dan intervención, o lo manejan directamente con el Defensor o con Desarrollo, porque la escuela tiene la obligación de denunciarlo.

Son temas delicados porque en los menores de edad se trata de delitos de instancia privada y tiene que denunciarlos la persona que es víctima; cuando son menores tienen que hacerlo los padres, y cuando estos no están o no acompañan, se da intervención al Defensor, a la Fiscalía, para que pueda avanzar.

Para nosotros es un desgaste psicológico importante sobre todo cuando hay chicos en situación de abuso, yo soy mamá y el tema es difícil de llevar a veces. Siempre trato de hacerlo lo más profesional posible y de brindar las herramientas.

EL EQUIPO DE TRABAJO

La jefa de la Unidad es la Oficial Principal María Linares,  y cuenta con tres oficiales que la acompañan, la Oficial Inspector Olga Herández, y los oficiales ayudantes Néstor Rosano y Franco López. Entre el personal de suboficiales se encuentra el Sargento Ayudante Elvio Epulef, los sargentos Gustavo Muñoz y Gustavo Godoy, el Cabo primero Cristian Godoy, los cabos Alejandro Lagos, Luis Miranda y Marisa Curruhuinca y los agentes de nuevo cuadro Natalia Valenzuela, Fátima Godoy y Vanesa Prieto. En cuanto al personal administrativo, el cabo primero Susana Torres, y los agentes de nuevo cuadro Vanesa Fuentes y Fátima Jaque.

La unidad se creó el 6 de febrero del 2010 bajo resolución 166/10 y se inauguró el 16 de abril del mismo año.

 

Fuente: http://infanciayadolescenciasma.blogspot.com.ar/