Será en el Centro Cultural Cotesma luego de 5 años y en la previa a su viaje a Nueva York.

09 Ene 2018
    

Este miércoles 10, a las 21 horas, en la sala Amankay del Centro Cultural Cotesma se vivirá un poco de magia. Magia del encuentro y de la danza, del Teatro Colón al Amankay, de una historia hecha en este pueblo a una Compañía en Nueva York para continuar su carrera como bailarín de danza clásica. Con sus 22 años, Boris Zambrano, integrante del Ballet Nacional que dirige Iñaki Urlezaga en Buenos Aires, bailará, luego de 5 años, en San Martín de los Andes, junto a su compañera y amiga en esa compañía argentina, Justina Dailoff. Luego emprenderá su viaje a Nueva York, donde fue becado para perfeccionarse por 4 meses en la compañía dirigida por Andrey  Vassiliev, uno de los grandes exponentes de la danza clásica en el mundo.

“Es hermoso volver a bailar en la tierra de uno. Subir al escenario con lo que es mi escuelita y mi maestra; la verdad es un conjunto de emociones muy fuertes. Y es hermoso compartirlo con otros grupos como el de Alejandra y reencontrarme con amigos y colegas. Nosotros vamos a dar el 100% en esta función”, decía Boris mientras realizaba este fin de semana un nuevo ensayo en el quincho del Centro Cultural Cotesma.

Boris Zambrano nació en San Martín de los Andes, hizo su primaria en la escuela 86 de la Vega Maipú y casi todo su secundario en el CPEM 57, de El Arenal. A los 10 años, a través de becas que ofreció el municipio para escuelas públicas accedió a tomar clases en la Escuela de Danza Clásica de Andrea Iocca.  Cuando tenía 17 años fue becado por 2 años para estudiar la carrera de danzas clásicas y contemporáneas en el Instituto Universitario Patagónico de las Artes en General Roca, y además se convirtió en integrante del ballet de Río Negro, provincia donde terminó de cursar quinto año. Luego, otro paso importante en su carrera, ahora ya profesional: fue seleccionado mediante el programa nacional Danza por la Inclusión para integrar el Ballet Nacional, dirigido por el reconocido Iñaki Urlezaga.

“Lo mío fue todo por etapas y salió como tenía que salir. No apuré nada. Mi carrera se fue construyendo de a poco y estoy contento con esto. Arrancar con Andrea a los 10 años, luego pasar por la Universidad en Roca y después ingresar a una compañía profesional me cambió la vida, me cambió la mente. Es que hoy en día la danza es mi carrera, es mi vida y  gracias a Dios estoy viviendo de esto”, explica Boris. Y al ser consultado sobre qué le diría a los niños y adolescentes que en su ciudad están queriendo seguir sus paso en la danza, afirma: “Esta carrera es muy sacrificada pero muy hermosa; que no abandonen, que no aflojen, que a paso de hormiguitas, como me decía Andrea, vas avanzando. Que si es su vocación, sigan adelante y que nada los detenga. Que si lo eligen, se pongan una meta en la mente y trabajen duro”.

Este año el Ballet donde trabaja Boris tuvo unos meses de inactividad. Entonces los bailarines, que trabajan con su cuerpo y tienen siempre que aprender y mejorar, tuvieron que buscar espacios donde seguir perfeccionándose y entrenando. Así llegó al curso de tres días que brindaba el maestro ruso Andrey  Vassiliev en Buenos Aires. Al terminar ese encuentro le otorgaron una beca del 100% en los estudios y 30% en alojamiento para capacitarse por 4 meses más en su academia de Nueva York.

Y al enterarse, sus amigos y amigas de San Martín de lo Andes decidieron moverse para ayudarlo a cubrir el resto de los costos que son muchos: pasajes, gran parte del alojamiento y todo lo que necesita para vivir allí. Así surge esta propuesta, esta velada, esta Varieté Patagonia: la organización general es coordinada por Alejandra San Martín que bailará junto a su grupo de danzas folclóricas Tierra Querida, también lo harán Viviana y Lucas en salsa y bachata, Andrea Iocca, su primer maestra, con alumnos de su Escuela de Danzas Clásicas de nuestra ciudad, Boris Zambrano y Justina Dailoff.

Boris, contento y agradecido, humilde, explica: “Son cuatro meses y se me abrirá un mundo nuevo. Para un bailarín de nuestro país irse afuera abre muchas puertas, porque sinceramente en Argentina, lo cultural, más en la parte de la danza, está muy mal. Cuesta un montón conseguir trabajo en nuestro país y te dan ganas de irte porque te ven, te buscan y te puede ayudar a desarrollar tu carrera. Creo que voy a aprender mucho y a conocer mucha gente, a crecer”.

Andrea Iocca, su maestra desde la infancia, está ahí durante la entrevista y aprovechamos a preguntarle. Nos dice: “Boris es un ejemplo de que cuando alguien se propone algo lo puede lograr. Es difícil desarrollarse culturalmente en Argentina, hay pocos espacios y todo es más sacrificado; hay que trabajar y perseverar. Y Boris lo hizo desde la nada, con su trabajo y esfuerzo, sin acomodo de nadie. Lo hizo con esfuerzo y honestidad y esto es lo más destacable para mí en Boris”.

Al principio de la nota hablábamos de magia, pero finalmente creo que más bien lo que se verá este miércoles en Cotesma es el resultado de muchos años de constantes esfuerzos y trabajos. Y los vecinos y turistas de San Martín de los Andes podrán disfrutar, junto a grupos de danzas locales, de ver a dos de los mejores bailarines de nuestro país. Y encima, la alegría adicional de ayudar a Boris Zambrano en este nuevo gran paso (ya no de hormiga) en su carrera que significa esta beca de perfeccionamiento en Nueva York. Boris invita: “Nosotros, junto a mi compañera en la compañía y amiga, Justina, preparamos dos obras de ballet clásico para compartir con la gente de mi ciudad, para que conozcan a lo que nos dedicamos y lo que amamos hacer”.

PD: El valor de la entrada es de $150 y para adquirirlas hay que comunicarse al 2944 326394.