Hubo más: hubo danza, con el taller municipal Huili Mapu Che, a cargo de la profesora Eluney Prieto; hubo murga, con El Sueño del Pibe, hubo rocanrol con Kachengue y su grupo, hubo tango con Pedí Margot; y hubo, por sobre todo, una alegría sencilla y compartida de ser parte del vecindario.
Durante toda la tarde, pintaron cachetes Guillermina y Pamela, especialistas en maquillaje artístico; la Red Jarilla convidó sidra de sauco; e Iris Otaño compartió sus saberes en el torno de alfarería. No faltaron las rondas de mate, los abrazos, ni los tableros de ajedrez que aportó el profesor Marco Montenegro, de la escuela municipal Peón en Séptima.
Estuvo Radio Nacional transmitiendo en vivo, la gente de la Carrindanga trajo sus libros, el INTA entusiasmó a los vecinos para hacer huertas e invernaderos, Papá Noel y los duendes llegaron en carrito, y hubo pan dulce y bolsa con regalitos para las niñas y niños del barrio.
Con aportes solidarios, la delegación municipal, junto con la agrupación Juana Azurduy, los jóvenes del grupo de recreación y la junta vecinal de Chacra 4, prepararon cerca de 350 panes dulces. Por su parte, la Red Rizoma armó unas 200 bolsitas con run libro de juegos, un turrón y un juguete fabricado con materiales reciclados.