Con un fuerte cuestionamiento a este sistema, el partido provincial presentó un proyecto de derogación de las PASO.

25 Sep 2019
    

“La experiencia indica que, desde la implementación de las PASO, los partidos políticos no dirimen su interna en ellas, ya que, por lo general, prefieren evitar la competencia presentando listas únicas, por lo que no resultaron ser un mecanismo razonable para garantizar la democratización de los partidos políticos, y devinieron en un elemento imprevisto de inestabilidad política y por lo tanto económica y social”, expresa la diputada Alma Sapag en los fundamentos del proyecto.
A través de un proyecto de ley elaborado conjuntamente por la legisladora neuquina, y el gobernador Omar Gutierrez, el Movimiento Popular Neuquino formalizó en la Cámara de Diputados de la Nación, su propuesta de derogación de las Primarias Abiertas Simultáneas Obligatorias - PASO.
La iniciativa plantea la derogación del título II de la Ley 26571 de Democratización de la Representación Política, la Transparencia y la Equidad Electoral y consecuentemente propone reformas a distintos artículos del Código Electoral Nacional, la Ley Orgánica de los Partidos Políticos, como así también la de Financiamiento de los Partidos Políticos.
En los fundamentos se agrega que “las PASO han actuado como una especie de primera vuelta electoral, una encuesta seria antes de la verdadera primera vuelta, que se realiza ciento veinte días antes del recambio presidencial, costando una fortuna al erario público.
“Si no hay nada que elegir, ¿se justifica semejante gasto para cumplir formalmente con la ley que vino a democratizar a los partidos políticos, a pesar de que la experiencia recogida muestra que el éxito obtenido en este sentido es cuanto menos dudoso?”, se pregunta la diputada Sapag.
“En la elaboración del Código Civil francés Napoleón decía que, para ser incorporada a dicho código, cada propuesta de nueva norma debía responder tan solo a dos preguntas: ¿es justa? ¿es necesaria? Hoy debemos reflexionar si es justo que una sociedad que tiene a más del 35 por ciento de sus integrantes sumidos en la pobreza, financie un mecanismo que no garantizó la democratización de los partidos políticos”.

“Avanzando en los largos tiempos de transición que establecen las PASO, el proyecto manifiesta que en el abordaje electoral que realizó la Convención Constituyente de 1994 explicitó claramente en el artículo 96 un plazo de 30 días entre las elecciones de primera y segunda vuelta. Al respecto el texto incorpora conceptos del Convencional Constituyente García Lema: ‘La reforma no consiste sólo en reducir a cuatro años el período de gobierno sino —y esto es tan importante como la reducción— en disminuir el tiempo de la transición, porque en el futuro la duración total de esa transición, prevista en las normas se extenderá a sesenta días y, seguramente, las prácticas políticas relativas a las elecciones internas en los partidos se abreviarán en forma consecuente con la reducción que propone esta reforma.’
“Influenciados por las elecciones presidenciales de 1989 que se habían adelantado al mes de mayo, los convencionales procuraban que un presidente no deba mantenerse mucho tiempo en el ejercicio del cargo, si ya no contaba con el apoyo de la mayoría de la ciudadanía, y como comprobamos, los 120 días que establecen las PASO no cumplen con el pronóstico ni la premisa de abreviar los tiempos electorales”, afirmó Sapag