La aprobación de un nuevo pedido de prórroga de presentación del presupuesto 2013 por parte del Ejecutivo municipal hace algunos días, despertó la preocupación de casi la totalidad de los bloques del cuerpo legislativo local, o por lo menos de los bloques de la oposición.
Es que el intendente Juan Carlos Fernández, solicitó por segunda vez una prórroga de 30 días para la presentación del proyecto de presupuesto 2013. Y esto no solo despertó preocupación en la clase política, sino que también en los medios de comunicación.
“(…) Lo que podría ser entendido como mera demora es, también, la implícita admisión de que el actual ejercicio podría terminar mal... Muy mal”, publicó el periodista Fernando Bravo, en su editorial política de este domingo en el diario Río Negro, donde analiza la semana en San Martín de los Andes y que tituló “Rojo intenso”.
“Si esto llega a ser así, es un verdadero bochorno”, sentenció el concejal del Partido Vecinal Solidaridad Sanmartinense, Alberto Bruno, al tiempo que remarcó la capacidad de gestión en otros ámbitos como por ejemplo en el Concejo Deliberante.
El cuerpo legislativo local terminará el ejercicio de este año con un superávit de casi un millón y medio de pesos, de los 5 millones 600 mil que componen el presupuesto.
La actual gestión municipal recibió una deuda pública de casi 2 millones de pesos de la gestión anterior, que se mantenía en ese número desde hacía varios años: “Cuando asumió Luz Sapag recibimos una deuda de alrededor de 1 millón y medio de pesos de le gestión de Carro”, informó un ex funcionario municipal.
Por su parte, Carlos Saloniti, concejal del MPN, dijo que “desde el Concejo (Deliberante) les aprobamos todo lo que pidieron” desde el Ejecutivo, principalmente desde el área de Hacienda, “entonces llama la atención que de golpe se genere este desfasaje”, opinó.
Desde la oposición, se le adjudica el incremento de la deuda a la gran cantidad de contratos y de monotributistas. Y son varias las fuentes que coinciden en que el aumento del 25% otorgado a los municipales en pleno auge del caso por el asesinato de Aigo, terminó de perjudicar definitivamente las arcas municipales.
Hasta el momento, desde el municipio no se ha reconocido la deuda. Aunque, en términos boxísticos, aseguran los concejales que no tardaría en “madurar el knock out”.