Técnicos de la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC) monitorean permanentemente una enorme alfombra de arena volcánica que se desplaza a través del río Limay y que actualmente se encuentra a unos 20 kilómetros de la cola del embalse de Alicurá.
Se trata de un imponente manchón de arena liviana proveniente del volcán Pueyehue que por el momento no es motivo de preocupación, aunque los especialistas lo siguen de cerca para evitar probables complicaciones.
El presidente de la AIC, Alberto Ciampini confirmó este jueves que los primeros estudios realizados indican que la arena no es tóxica por lo que no constituye un peligro de contaminación para el agua. Sin embargo, quieren estar atentos al fenómeno cuando ingrese definitivamente en el embalse de Alicurá.
La densa alfombra de arena tiene sectores donde el espesor alcanza los 50 centímetros, mientras que en zonas más debilitadas por la misma correntada de río disminuye a los 20 centímetros.
En declaraciones a LU5, Ciampini aclaró que esta marea volcánica no debería afectar el funcionamiento de las turbinas de las represas, aunque desde las concesionarias ya se están evaluando varias alternativas en caso de que la arena siga avanzando.