La idea es contar con un muestreo a través del tiempo de las partículas en suspensión en diferentes condiciones climáticas.

06 Jul 2011
    

El estudio realizado por especialistas del SEGEMAR del aire que se respira en la localidad indicó que  la cantidad de partículas en suspensión son superiores a lo que establece  las normas del Instituto de Calidad del Aires de los Estados Unidos.

Sin embargo dicho estudio presenta “algunas cuestiones técnicas que se deben resaltar por caso el momento en que se tomó la muestra, los días en los que se las tomó, el tiempo de exposición y otros datos que se deben tener en cuenta especialmente a la hora de dar dichos resultados”, indicó el director del hospital local, Juan Cabrera.

Un ejemplo de esto es que el “pulmón” que se instaló “reprodujo lo que le pasaría a una persona que se encuentre 24 horas respirando dicho aire, sin protección, cosa que en la realidad nadie hace, dijo el médico.

Cabrera coincidió con lo expresado por los especialistas del Centro Atómico Bariloche, respecto que las partículas en suspensión seguirán un tiempo más, que hay que cuidarse y que se debe seguir monitoreando el aire como una suerte de estrategia regional, en forma periódica, de modo tal de tener más elementos a la hora de obtener resultados en virtud de las distintas mediciones que se obtengan.

El director del hospital dijo que “sin lugar a dudas habrá que seguir cuidando las vías áreas, y estar atentos a la caída de ceniza los días de mucho viento donde la concentración de partículas obviamente va a ser muy elevada”.

El médico señaló que “una exposición prolongada –dependiendo esto del tiempo que se tome como prolongado ya que según algunos especialistas pueden ser dos meses y para otros seis- las personas pueden sufrir diversos trastornos en la salud, por caso aumentar la secreción de los pulmones y a través de muchos años potenciar la posibilidad de tener asma, o bronquitis, ya que las cenizas no son tóxicas pero no son inócuas”.