Alan Pastoriza es un joven emprendedor local, que en su pequeño taller de costura junto a Gisel, su pareja, decidieron coser sábanas, batas, paños quirúrgicos y camilleras para colaborar con el Hospital Ramón Carrillo.

03 Abr 2020
    

Las postales de solidaridad no dejan de presentarse en nuestra ciudad, demostrando que en medio de la pandemia, los sanmartinenses priorizan la unión por sobre la adversidad, y el trabajo en equipo como superación de la incertidumbre.

Alan Pastoriza es un joven emprendedor local, que en su pequeño taller de costura que funciona en su casa en Covisal confecciona remeras, buzos y terminaciones de skates. Y junto a Gisel, su pareja, decidieron coser sábanas, batas, paños quirúrgicos y camilleras para colaborar con el Hospital Ramón Carrillo.

“Estábamos en casa con nuestros dos hijos, pensando de qué manera podíamos aportar en esta situación, y se nos ocurrió que el mejor lugar para hacerlo era el Hospital, así que me comuniqué con la concejal Eliana Rivera, a quien conocemos desde que era Subsecretaria de Producción y con la que siempre que tenemos oportunidades de ayudar generamos iniciativas,  y fue quien canalizó nuestra necesidad de hacer algo con quien necesitaba esa ayuda”, detalló Alan.

Sin dudas, no es un proceso fácil: “Nos levantamos muy temprano y nos vamos a dormir muy tarde, con dos niños en casa”, comentó, “pero hoy necesitamos gestos, y a nosotros solo nos basta ayudar”. Los pequeños, de 6 y 9 años, uno de ellos con discapacidad son, tal como expresa Alan, “el motor que nos impulsa a ser solidarios y a HACER por el otro”.

Hasta el momento, Alan y Gisel  llevan confeccionadas 60 sábanas, 30 camilleras, 25 batas, 50 paños quirúrgicos, y continúan sumando trabajo a diario de manera gratuita, poniendo mayor énfasis en las batas, que son descartables.

Con esfuerzo y compromiso, esta dupla demuestra que no existen los límites, cuando quien conduce es el corazón.