Flores, insectos, aves, madera, poesía y palabras se abrieron a nuestros sentidos desde su enorme creatividad artística; su sensibilidad, tan llamativa como su caminar desgarbado y su figura de cuento, fueron una irresistible convocatoria para descubrir la magia de lo cotidiano.
Sólo nos queda agradecerle en silencio todo lo que nos regaló, para intentar –como un justo homenaje vivencial a su memoria- seguir buscando la belleza en las cosas simples. Permitirnos respirar, paradójicamente, todo el aire fresco que a él no le alcanzó, para que perdure y siga vivo en todas y cada una de sus enseñanzas.
El Parque Nacional Lanín lamenta con profundo pesar la partida de Michel Rinke un hacedor de la cultura y gran colaborador por la Conservación, haciendo llegar sus condolencias a cada uno de sus familiares.