El ministro de Producción y Turismo, José Brillo, desarrolló una intensa agenda de reuniones en San Martín de los Andes con el objetivo de potenciar la actividad turística de la localidad cordillerana. Junto a la intendenta Brunilda Rebolledo se reunió con representantes del Ente de Promoción Turística (Ensatur). También se reunió con los desarrolladores de las obras de la nueva Terminal de Ómnibus y del Centro de Convenciones, y con dirigentes de la Asociación Hotelera Gastronómica local.
Con el Ensatur, en el Palacio Municipal, se abordaron temas relacionados con las necesidades del sector en cuanto a infraestructura y se coincidió en la necesidad de agilizar pasos fronterizos, principalmente el de Carirriñe; mejorar accesos y el tramo vial entre Zapala y San Martín. También se les informó los avances de obras para el aeropuerto de Chapelco, y que se trabajará para establecer puentes aéreos con Neuquén y ciudades de la República de Chile.
Sobre el desarrollo de las obras de la Terminal y el Centro de Convenciones, Brillo dio detalles a los arquitectos del estado de los proyectos. Allí les comunicó que se está trabajando con el ministerio de Infraestructura de Nación en la redefinición del financiamiento, y que se estudia, además, la posibilidad de tomar un crédito del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Con la Asociación Hotelera y Gastronómica, se habló sobre la presentación del Plan Provincial de Turismo que realizó el gobernador Omar Gutiérrez el martes. En ese encuentro, se conversó sobre las obras que anunció el gobernador para el aeropuerto, y de cómo optimizar el cierre de la estación que será necesario para concretar la obra. Por los trabajos se prevé cerrar el predio por dos meses, por lo cual se conversó sobre el momento más conveniente para hacerlo.
Además se habló de la posibilidad de acompañar a las autoridades provinciales a las reuniones en Buenos Aires con representantes de diferentes aerolíneas para solicitar mayores frecuencias de vuelos diarios a Chapelco. También se conversó sobre la posibilidad de contar con una “policía turística” que pueda fiscalizar los diferentes establecimientos.