A través de un mail enviado a los medios de comunicación, la comunidad educativa de la escuela 313 vuelve a poner en conocimiento de la comunidad las falencias de infraestructura y mantenimiento del establecimiento educativo.

10 Ago 2011
    

 A comienzos de Junio publicamos " Si el cadete es ineficiente, echen al gerente ", en aquel momento los reclamos acerca de los problemas de mantenimiento fueron tildados de “políticos”. Hoy, habiendo pasado 2 meses, hay goteras políticas, baldes políticos, agua política y paredes chorreadas políticas en la escuela que los mismo padres denominan “de cartón”.

“Otra vez la lluvia y otra vez el agua en pisos y paredes de una escuela hecha provisoria hace 15 años y un mantenimiento escolar que vuelve a mostrar sus facetas de ineficiencia, de poca transparencia en la rendición de cuentas y de llegar siempre tarde. Las goteras de la Escuela 313 vuelven lamentablemente a ser noticia cada vez que llueve, haciendo inseguro a un establecimiento público al que concurren más de 400 niños y niñas que cursan allí su escuela primaria”.

Un espacio inseguro, como lo definen los mismos padres y madres preocupados, por lo resbaladizo, así como por los cables y circuitos eléctricos que quedan expuestos a tanta agua. Directivos hastiados de reclamar condiciones adecuadas para el dictado de clases.

En la nota se formulan una serie de preguntas: ¿a quién le preocupa que esto suceda y que tantos pequeños vecinos de San Martín de los Andes estén en riesgo? ¿Por qué no se solucionó con las obras supuestamente hechas el año pasado? ¿Por qué no se rinden cuentas transparentes sobre el dinero recibido de provincia para hacer estos arreglos? ¿Por qué el mantenimiento llega siempre tarde? ¿Por qué esta escuela provisoria de tantos años se convierte en un para siempre que refleja claramente la poca importancia que se le da a la educación por estos lares?

En el mail también informaron acerca de la visita en la mañana de ayer de Néstor Frank y Alberto Arriagada, personal municipal. Los mismos se hicieron presentes “para ver otra vez las goteras, sin responder a estas preguntas”.

Las clases continúan con la preocupación que esta situación instala en cada uno de los padres, madres, auxiliares, docentes y directivos del establecimiento mientras esperan una solución definitiva.