La carta fue dirigida a Silvina Iñiguez, firmada por el intendente de la villa, Dr. Ricardo Alonso

19 Sep 2011
    

Silvina Iñiguez fue la encargada, junto a un grupo de voluntarios, de organizar una colecta para llevar ropa, viveres secos, agua envasada, entre otros productos, a Villa la Angostura, apenas unos días despúes de la erupción del volcán Puyehue.

En el cuartel de Bomberos Voluntarios se fue acopiando cada una de las donaciones que dejaban los vecinos de la ciudad y durante las madrugadas se cargaban los camiones de Gendarmería y algunos vehículos particulares para llevar todo a la vecina localidad.

El último viernes, Silvina, publicó en su Facebook, con la sincera intención de compartir con la comunidad, una nota de agradecimiento que llegó desde Angostura a su nombre, pero por su intermedio, para toda la comunidad. La misma, firmada de puño y letra por el Dr. Ricardo Alonso, dice lo siguiente:

"La comunidad de Villa la Angostura tiene le agrado de dirigirse a Ud. y por su intermedio a todas las personas y empresas que se sumaron en la campaña de ayuda a Villa la Angostura, con la finalidad de transmitirle nuestro eterno agradecimiento por toda la solidaridad manifestada y aportes realizados, lo que nos permitió soportar la dificil situación que nos provocó la erupción del /Cordón Caulle/ Volcán Puyehue el pasado 04 de junio de 2011.

Gracias a toda vuestra entrega nos hemos visto fortalecidos y hoy nos encontramos de pie para comenzar el camino de la remediación de nuestra querida Villa la Angostura y devolverle el colorido y la belleza que siempre tuvo.

Sin otro particular y reiterando nuestro agradecimiento, aprovechamos la oportunidad para saludarlo con nuestra más distinguida consideración".

 

En diálogo con sanmartinadiario.com Silvina comentó “La única comida que se repartió en Villa en 4 meses provino de donaciones, entre ellas las nuestras. Ahí te da escalofríos pensar en lo importante de todo lo que se pudo acercar y nosotros creíamos que estabamos dando una mano” y agregó “Fuimos una manta, una sopa caliente, una vela. Un día un voluntario me dijo que fuimos lo mejor que les pasó. Esto es mérito de un pueblo”.

Silvina contó que un día, en Villa, se le acercaron unos abuelos a darle la mano y agradecerle la tarea “yo que crí que los abuelos estaban encargados de la parte sociel del Comité de Emergencia, pero no, me dijeron que ellos y muchos abuelos más, ayudaban a preparar las raciones con lo que llegaba. Ese iba a ser mi último viaje, pero luego de eso, no pude parar de ir.

Silvina concluyó con “gracias a los vecinos, las escuelas, Bomberos, Gendarmería y Prefectura”.

¡Gracias Silvina y todos los voluntarios!