Encontrada en las levaduras de bosque andino patagónico, el biólogo Libkind explica que en el Laboratorio de micro-biología aplicada del Conicet, en estos hongos unicelulares (levaduras) descubrieron una molécula que hace de filtro solar, absorbe la radiación nociva del sol, la radiación ultravioleta y la transforma en una energía no dañina, en calor.
"La encontramos en levaduras, son hongos unicelulares microscópicos, que habitan los ambientes naturales del bosque andino patagónico. Estas levaduras producen la micosporina internamente en respuesta a una condición de mucha exposición solar" explica el biólogo Libkind.
"Fuimos a buscar estas levaduras al bosque que están muy expuestas al sol, por ej. la alta montaña, descubrimos que en las levaduras que están en la superficie de la soja, un hábitat expuesto al sol naturalmente mucho tiempo, producían mucha cantidad de esta molécula para protegerse del sol, como mecanismo natural...en laboratorio estudiamos como se comporta esta célula y vimos era beneficioso en una circunstancia de mucha luz....sacamos las moléculas de ahí y las probamos solas para ver si en cremas se comportaban de la misma manera. Y efectivamente funcionan, filtran mucho el UV y lo más interesante es que filtran el UV más dañino, que es el UVB" relata el científico.
Asimismo avanzaron en la investigación incorporándolas a las cremas de protección solar completas, descubriendo que su comportamiento es muy estable - no se gasta rápidamente - no pierde su propiedad protectora, "y hemos visto que se puede llegar a equiparar el filtro, todo en función de la cantidad que se aplique de esta molécula nueva: la micosporina".
Finalmente esperan poder interesar a alguna empresa interesada en asociarse con el Conicet para su industrialización. "Estamos muy contentos, tantos años de trabajo para que se pueda ver una potencial aplicación para el público en general es muy motivador...." finalizaba orgulloso Libkind.