Superaron el 47% de los votos y aventajaron por más de 15 puntos a la fórmula del oficialismo. 

12 Ago 2019
    

Un resultado contundente que sorprendió, por la magnitud de la diferencia, tanto en el oficialismo como el Frente de Todos: la fórmula de Alberto Fernández y Cristina Kirchner derrotó en las PASO a la de Mauricio Macri y Miguel Piechetto, y queda muy encaminada para un triunfo definitivo en octubre: 47% contra 32% al cierre de esta edición. El discurso de Fernández para festejar el triunfo incluyó señales hacia afuera y también hacia adentro: pidió “tranquilidad”, en lo que pareció un mensaje a los mercados, y reivindicó sobre todo el apoyo de los gobernadores. También destacó la figura de Máximo Kirchner.

El oficialismo perdió con la fórmula Fernández-Kirchner de forma prácticamente irreversible en Buenos Aires (gobernada por María Eugenia Vidal, que cayó ante Áxel Kicillof). También caía en Jujuy, Mendoza y Corrientes: tres distritos gobernados por el radicalismo y que en las elecciones locales le habían dado victorias al oficialismo; y en Santa Fe. El peronismo K mejoró su performance en Córdoba, donde Juntos por el Cambio no llegaba al 50 %

La polarización llegó al 80%. Roberto Lavagna, de Consenso Federal, obtenía el 8,4%. El Frente NOS, del Juan Josè Gómez Centurión, alcanzó el 2,81% de los sufragios, y Nicolás Del Caño, del Frente de Izquierda Unidad, el 2,7%, debajo de las expectativas. El partido Unite, que lleva a José Luis Espert como canditato a presidente, rondaba apenas el 2,25%. Por debajo del 1,5% necesario para competir en las generales del 27 de octubre próximo, se ubicaba el Movimiento al Socialismo (MAS), que encabeza la dirigente feminista Manuela Castañeira, con menos del 1% de los sufragios.

“El país que construyamos va a ser mejor. No venimos a restaurar un régimen, venimos para construir una nueva Argentina. En esa Argentina todos tienen lugar, se terminó el concepto de venganza, de grieta y de cualquier cosa que nos divida”, dijo Fernández en el bunker del Frente de Todos. El candidato a presidente aseguró que con él se terminará “la grieta”.

“No le vamos a preguntar a nadie por quién voto, le vamos a preguntar si quieren ese país que todos soñamos y si lo quieren abracémoslos. A los que no nos votaron prometo trabajar para que me entiendan, que todos tienen lugar en la Argentina que queremos gobernar”, aseguró el candidato, que no se privó de dejar una burla para el oficialismo: “Estoy seguro de que hoy la Argentina dio un veredicto claro: que dice cambiemos, cambiemos en el mejor sentido. El cambio éramos nosotros, no ellos”, disparó.

Luego vino el mensaje a los gobernadores peronistas, a quienes Alberto Fernández considera principal sostén en la perspectivas de un triunfo que lo coloque en la Casa Rosada. Felicitó al gobernador tucumano Juan Manzur, que lo acompañó activamente en la campaña y ayer estuvo junto a él en el escenario. “En Juan va todo mi agradecimiento a todos los gobernadores. Ellos, como sus pueblos, entendieron que vamos a construir un país distinto, donde el sistema federal funcione. Vamos a tener un gobierno donde gobiernen 24 gobernadores y un presidente”, afirmó.

Antes de Alberto, habían hablado en el mismo escenario Máximo Kirchner, Áxel Kicillof y Sergio Massa. Durante toda la tarde se había especulado con la posibilidad de una comunicación en vivo entre Fernández y Cristina Kirchner. Finalmente, la ex mandataria y candidata a vice grabó un video para la militancia. Exigió al gobierno celeridad en la carga de los resultados, aunque a la hora que fue difundido el mensaje ya estaba avanzado el escrutinio.

“Así como estamos, no estamos bien ni tranquilos. Creo que, en gran parte, los argentinos hemos dejado de ser felices porque son demasiado grandes las dificultades y tensiones”, cerró la ex presidenta antes de “agradecer a todos aquellos que apoyaron y creyeron en esta propuesta