Nacimos hace un año.
Humildes, expectantes y con ganas.
Nacimos un 4 de febrero.
Como nuestro pueblo.
Nacimos humildes porque queremos que los regalos se los lleve San Martín de los Andes. Porque para él es que nacimos.
Y como San Martín de los Andes somos todos…
Nacimos expectantes, porque cuando uno nace, lo único que tiene seguro son las convicciones. Pero nada sabemos de lo que tendremos por delante. Y así empezamos a andar, hace un año.
Un año que nadie puede dudar, fue muy particular. Atravesado por un nombre del que no nos olvidaremos jamás: Puyehue – Cordón Caulle.
Hoy, hace un año, en la Plaza los 113 no se pudieron festejar. Un conflicto gremial opacó el aniversario del pueblo. Y la fecha de nuestro nacimiento. De la música, el color, la fiesta, pasamos a los bombos, gomas quemadas, gritos y abucheos.
Comenzó el conflicto en el hospital, se gritó, reclamó y se marchó, el pueblo se movilizó.
Aparecieron las cenizas y todo cambió, aunque de alguna manera nos empezamos a acostumbrar, y todavía seguimos.
Zona de desastre y emergencia económica y social. Llegaron los REPRO
Faltó nafta
Hubo elecciones, no se veía donde caminar pero se votó. El pueblo salió, entró, eligió, guardó, pegó, metió y proclamó.
Cambiamos los colectivos. Nos vino bien. Perdimos menos tiempo esperando y empezamos a viajar más cómodos.
La temporada de invierno fracasó. Aerolíneas no voló y se vino la baja.
Se corrió el tetra, Ricardo lo ganó.
Pasó el tiempo, y el boleto subió.
Se reformó la Av. Koessler, dársenas, manos y lomos.
El gobierno cambió.
Aun rompen las calles con el anhelo de que no nos vamos a inundar más.
Y vinieron las fiestas y el calor, mucho calor. La sidra, la garrapiñada y Papá Noel.
Los fuegos explotaron en el cielo y allí el pueblo vibró.
Y el boleto otra vez subió.
Enero estuvo bueno, vimos más gente, nos ilusionó y nos animamos a salir más.
Salimos mucho, hasta llegamos a copar la avenida San Martín a pié viendo arte.
Los Bomberos apagaron incendios y atendieron emergencias todo el año y cada vez, con el correr de los días, en peores condiciones. Hoy no desfilan porque no pueden destinar sus únicos móviles a un paseo por la avenida y descuidar una posible emergencia.
Y acá estamos, un año después, con más ganas de seguir. Gracias a Ustedes. Convencidos de que hicimos lo mejor que pudimos. Buscando nuestra identidad como cualquier recién nacido. Y todavía seguimos, preguntando, informando, acompañando y acompañados.
Hoy cumplimos un año. Un año más.
San Martín de los Andes y nosotros. Y ustedes.
Porque San Martín de los Andes somos todos.
Hoy cumplimos un año. Y esperamos cumplir muchos más.