El 23 de noviembre pasado la vecina denunció, en una carta dirigida el Concejo Deliberante, sobre ruidos molestos en la casa lindera a su propiedad, sobre todo en horas de la noche y temprano por la mañana.
Según cuenta, esta situación ha afectado la salud de su hija, que tiene parálisis cerebral y que tiene su habitación adaptada pared de por medio con sus vecinos. “Hice notas al Concejo, hable con Juntas Vecinales, con asistentes sociales, nadie se acerca a mi casa a ver a mi hija. Lo único que pido es que estas personas se pongan la mano en el corazón y le saquen los autos”, cuenta desesperada Uberlinda.
La nota, enviada al presidente del Concejo Deliberante, solicita “tranquilidad” para su hija, habida cuenta de que la entrada de camiones a toda hora y el golpe del portón en la pared lindera a la habitación de esta persona con discapacidad, altera el normal desarrollo de su vida.
Si bien la nota fue enviada al Concejo Deliberante, es menester la intervención del Ejecutivo en esta situación – guardas ambientales, subsecretaría de atención integral a las personas con discapacidad, juntas vecinales – que podrían dar alguna solución a la temática planteada por la vecina.