El camino por el cual Ignacio Hurban (según el nombre que le dieron sus apropiadores) alcanzó su identidad, comenzó hace dos meses cuando el joven que hoy tiene 36 años visitó la sede de Abuelas de Plaza de Mayo con todas las dudas sobre su origen a cuestas, luego de un contacto previo vía mail.
En ese correo, que espontáneamente envío al sitio web de Abuelas, Guido (como lo llamó su madre biológica al dar a luz) presentó un informe con sus interrogantes sobre su identidad que acompañó con fotos, según relataron a Télam desde la institución de derechos humanos que preside Carlotto.
Desde Abuelas le contestaron con una fecha para que el joven se acerque a la sede del barrio de San Telmo, algo que Guido que vive la localidad bonaerense de Olavarría hizo hace solo 60 días munido solo de su DNI y una fotocopia del mismo.
Inmediatamente Abuelas pide la intervención de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi), que preside
Claudia Carlotto, hija de Estela y tía biológica del joven.