El matrimonio había contratado un guía local para poder ascender a la emblemática montaña neuquina. Sin embargo, cuando se acercaban a la cumbre comenzaron a tener problemas en la vista y debieron ser socorridos. Según las primeras informaciones, el hombre y la mujer no contaban con anteojos o antiparras protectoras para no quemarse con la nieve. De todas formas, no se descarta que la presencia de cenizas en el aire haya incidido en el malestar.
Alertados sobre la emergencia, los cuatro rescatistas que estaban de guardia en el refugio del volcán salieron a ayudar a la pareja mientras que desde la intendencia del Parque Nacional Lanín salieron otros siete brigadistas y un helicóptero del Plan Nacional de Manejo del Fuego.
Jorge Curiñanco, jefe de la brigada ICE (Incendio, Comunicaciones y Emergencias), informó que debido a las malas condiciones climáticas el matrimonio no pudo ser evacuado por aire y que debieron hacerlo por tierra.
Con los ojos vendados y con la ayuda y guía de los rescatistas, la pareja descendió caminando la montaña hasta la base en el Tromen. Allí los esperaba una ambulancia que los trasladó al hospital de San Martín de los Andes.