JUNÍN DE LOS ANDES (ASM/AN).- Por quinto día consecutivo, los municipales de esta ciudad se apostaron sobre el puente de río Curruhué en la ruta 234 y en demanda del pase al básico de sumas no remunerativas, pero esta vez con la mirada puesta en la capital neuquina, donde el intendente Linares realizó infructuosas gestiones en procura de fondos para destrabar el conflicto.
El corte se mantuvo hasta las 18.30. Los municipales levantaron el piquete pero volverán mañana si no hay respuesta.
Precisamente y a la espera de resultados, los piqueteros flexibilizaron ayer el corte cada dos horas, lo que de todos modos no terminó de aliviar la bronca de cientos de automovilistas, transportistas y pasajeros. Pero entrada la tarde, Linares habló con Jorge Sapag en Neuquén y el gobernador cerró la posibilidad de auxiliar al municipio. Fue un encuentro tenso en el club Pacífico, en la inauguración de una muestra homenaje a Néstor Kirchner (ver página 8). Allí, el gobernador pidió que Junín mejore la recaudación "que se ayude a sí misma" y sugirió que solicite un aporte no reintegrable del gobierno nacional. Al hablar con la prensa, el mandatario explicó en detalle los números de Junín y el auxilio que le viene prestando la provincia.
Mientras tanto, la ciudad sigue con servicios municipales prácticamente paralizados en su totalidad desde hace dos semanas, cuando comenzaron las protestas de los tres gremios (ATE, UPCN y Uemja). Como se informó, los trabajadores de la comuna reclaman el pase al básico de asignaciones no remunerativas ni bonificables, que van desde los 300 a los 800 pesos según las categorías escalafonarias.
A esa beneficio se había comprometido el gobierno anterior del MPN, y luego fue ratificado en un acta por la nueva administración frentista, que encabeza el peronista Juan Linares.
Pero el municipio no logra recuperase de una profunda debacle económica y financiera, que mantiene sus cuentas en rojos desde hace varios años. La ciudad recauda el 40 por ciento de su facturación por tasas, lo que a su vez apenas cubre el 15 por ciento de sus gastos, por lo que el resto debe solventarlo con la coparticipación y las regalías, todo lo cual termina en un déficit de unos 600.000 pesos mensuales.
El caso es que el municipio cuenta con unos 300 agentes de planta pero se hace cargo de más de 700 contratados que fungen como monotributistas o en cooperativas de trabajo, y que son la consecuencia del desempleo estructural que afronta esta localidad.
Como fuere, la situación eclosionó la pasada semana, cuando los municipales resolvieron llevar el reclamo a la ruta, acción que concretaron el martes último y desde entonces mantienen los piquetes.
Fuente: Diario Río Negro