Por el Moscardón Republicano.

12 Sep 2011
    

El pacto fundacional de nuestra Nación, además de haber adoptado la forma republicana de gobierno, estableció para el Estado las competencias, esto es aquéllas materias de las que debía ocuparse para el bienestar de los habitantes de la República.

                                                Quedaron plasmados en nuestra Constitución Nacional los tres niveles de gobierno: municipal, provincial y nacional o federal.

                                                Para que esto se entienda es necesario tener presente que lo primero fue la familia –célula primigenia de la sociedad-, luego la reunión de familias –la tribu-, más tarde apareció la aldea. Siempre esas reuniones estuvieron signadas por la necesidad de protegerse mutuamente.

                                                Más adelante, se conformaron la región o provincia y, por último, las naciones. Hoy tenemos también que ya existe un orden que está más allá de las naciones, llamado supranacional, que como todos ellos produce normas a las que debemos atenernos, sea como individuos, sea como países. En todos los casos, la seguridad de los individuos aparece como el fundamento, como la razón de ser.

                                                Entonces, la presencia del Estado debe estar destinada a la protección de los miembros de la comunidad, tanto de los ataques internos como de los externos; lo primero es la seguridad, lo segundo es la defensa de la posible agresión de otras naciones; para esto último el Estado Nacional tiene a las fuerzas armadas, en tanto que para lo primero las Provincias tienen a las Policías; participa también el Estado Federal mediante la Policía Federal y las fuerzas de seguridad.

                                                ¿Cuál es la situación en San Martín de los Andes? La ciudad se ha ido extendiendo hacia la vega; hace apenas un puñado de años Villa Vega Maipú era apenas un villorrio y Rucahue un loteo de muy vieja data con muy pocas construcciones. Veinte años atrás, Villa Parque La Cascada y Villa Vega San Martín eran un manojo de casas, las más de las veces alejadas entre sí. Hoy todos esos lugares están totalmente construidos; prácticamente no quedan baldíos. La población ha crecido exponencialmente. Han aparecido nuevos barrios, como Chacra 30, que ya parece una ciudad satélite y que en lo que hace al número poblacional es de muchísima importancia.

                                                Pero no han aumentado de la misma manera la prestación de los servicios, en especial, el relacionado con la seguridad.

                                                Adviértase hace poco tiempo se constituyó la Comisaría 43, cuando ya era un grito la necesidad imperiosa en barrios como El Arenal, Chacra 4, Covisal-Los Radales, Kumelkayen, etc.; se le asignó una jurisdicción tan extensa que ni aún con la mayor buena voluntad podía cubrirla. Hoy día, hace agua por todos lados.

                                                Es así porque los medios de que se proveyó a esa unidad policial son más que insuficientes, tanto en personal como en medios materiales.

                                                Cuando se produce una denuncia de un delito en desarrollo en la zona de Rucahue, Villa Vega Maipú, Nahuilén, Chacra 30, por más que los móviles estén disponibles en la Comisaría, que el personal esté alerta, etc., el tiempo que demora en llegar la Policía a cualquiera de esos lugares es una eternidad, por lo que los delincuentes actúan a gusto y placer, es prácticamente imposible atraparlos o evitar la consumación del delito. Esos lugares son tierra de nadie.

                                                No hay que ser muy perspicaz para darse cuenta que es imperiosa la creación de una nueva comisaría asentada en Chacra 30, dotándola de medios suficientes para atender la zona noreste de San Martín de los Andes.

                                                Las autoridades parecen mirar para otro lado o se escudan en el inadmisible argumento de la falta de fondos y personal.

                                                Los ciudadanos tenemos derecho a que el Estado nos proteja, que nos dé seguridad; es su razón de ser. Si no puede hacerlo, no debe existir.

                                                Entonces, haga sentir su voz, comprométase; por aquello de que no se queje sino se queja.

El Moscardón Republicano