Por Daniel Ramazzotti

26 Feb 2011
    

La intendente Cristina Frugoni está decidida a llevar adelante su plan de gobierno con aquellos funcionarios que no sólo demuestren fidelidad absoluta sino que, además, le permitan sentirse respaldada ciento por ciento.


Según afirman quienes frecuentan la carpa chica de Frugoni, la decisión de prescindir de algunos secretarios no resultó un capricho, sino una cuestión muy estudiada que viene de la mano de un proyecto político que la jefa municipal lleva adelante y en el cual habían personas que ya no tenían cabida.

Que la interna emepenista juega un rol preponderante en estas decisiones, no cabe duda alguna y el que lo niegue está mintiendo.  
También miente el que diga que en política nunca sucedió una situación similar o aquel que se rasgue las vestiduras y grite a los cuatro vientos que no se debe mezclar la política con lo partidario. 
Tanto es así que el propio subsecretario de Deportes de la comuna, Sergio Vivanco, un hombre con un trabajo político innegable, manifestó ayer, refiriéndose a su alejamiento del Ejecutivo local por encontrarse en otra línea política, que  “esto no es un club de amigos, es política y es así”.
Palabras propias de quien conoce los vericuetos de la política desde el llano y sin idealismo lírico, sin que esto signifique que Vivanco sea  émulo de Cayo Sempronio Graco, político populista romano del Siglo II a.C., más conocido como “El Tribuno de la Plebe”, pero que tiene calle. 
 
Nominados
La pregunta que muchos se hacían en la jornada de ayer era si había más funcionarios en la lista de prescindibles dentro del proyecto que lleva adelante la intendente Cristina Frugoni. 
La respuesta que dan quienes toman café con la jefa comunal es que sí, que hay más nominados, pero en algunos casos estos alejamientos vienen de la mano de una modificación del organigrama municipal, cosa que sucedería la próxima semana y que dará por tierra con algún otro dirigente del municipio de segunda o tercera línea. 
Sucede que en el búnker de Frugoni se afirma que “el problema no radica en que tal o cual funcionario de planta política juegue en otro bando, sino que el tema pasa porque a la hora de hacer su trabajo dicho funcionario no patee en contra a la gestión”.  
Lo cierto es que los movimientos dentro del Ejecutivo local no cesaron, que la intendente Cristina Frugoni está decidida, no sólo a manejar con mano férrea su gestión, sino también a dar batalla por conseguir la reelección. 
Y  para todo esto la intendente no dudará en realizar los cambios que crea necesarios asumiendo los costos políticos que corresponda.