Al ser consultada acerca del borrador para la nueva ley nacional de Hidrocarburos, la diputada provincial por el Movimiento Popular Neuquén (MPN) Silvia De Otaño sostuvo que la situación es “muy preocupante” y calificó al anteproyecto como “un atropello”.
Indicó que “el gobernador Jorge Sapag fue absolutamente claro desde que comenzó este planteo hacia las provincias” y siempre mantuvo “una posición política de defensa de los recursos; una clara definición que los dueños de los recursos son, efectivamente, los neuquinos”.
De Otaño afirmó que la postura asumida por Sapag “a nosotros nos da la certeza de estar en el camino correcto y por el cual siempre hemos estado peleando y que es acompañar en medidas -incluso fuera de la provincia- pero para obtener recursos que repercutan en la población, que mejoren notablemente su calidad de vida”.
Subrayó que “estamos absolutamente convencidos de no dar un solo paso en contra del federalismo provincial” y “dispuestos a plantarnos en el lugar que nos corresponde y en defensa de nuestros propios recursos”.
Recordó que ella es oriunda de la comarca petrolera y “estamos viendo en Plaza Huincul y Cutral Co el manoseo que están haciendo con las refinerías”. En tal sentido, dijo que “somos fieles testigos de la lucha que tuvo el gobernador Sapag en defensa del funcionamiento de las destilerías en esta zona, no del gerenciamiento sino del funcionamiento, de continuar efectivamente trazando este camino de darle un valor agregado a la producción en origen”.
La legisladora afirmó que “la preocupación fundamental que tiene el gobernador son los neuquinos, los derechos de los neuquinos y el dinero del cual son dueños los neuquinos. Este recurso de hidrocarburos no convencionales, no cabe duda en lo absoluto que está dentro del territorio de la provincia. Por lo tanto su potestad, su facultad para manejarlo, su facultad para enriquecer aún más a la población, está en la provincia”.
Finalmente insistió en que “todas la opiniones que se digan por fuera de este concepto central, están absolutamente en contra de los neuquinos. Todas las opiniones –aun cuando provengan de habitantes de Neuquén- son oportunistas. Y así llevan esta situación grave, institucionalmente grave, que echa por tierra toda la construcción de federalismo que se ha logrado hasta acá, llevándolo a un reduccionismo absurdo de definiciones políticas”.