La presencia de Amado Boudú presidiendo el cuerpo, originó una polémica que terminó con el retiro del recinto de los senadores opositores al FPV. Los neuquinos tomaron determinaciones absolutamente disímiles. En tanto Pereyra se retiró en señal de desacuerdo con la presencia del Vicepresidente, la senadora Crexell permaneció en su banca.

08 Ago 2014
    

El senador nacional por la provincia del Neuquén, Guillermo Pereyra se retiró de la sesión parlamentaria del miercoles para manifestar su desacuerdo con que el vicepresidente Amado Boudou, procesado por los delitos de cohecho y negociaciones incompatibles con el cargo en la causa Ciccone, siga presidiendo la Cámara Alta. “Tiene que tomar una decisión institucional y pedir licencia -opinó el legislador neuquino-. No se puede permitir que el vicepresidente, procesado por ilícitos de la magnitud que se denuncian, presida la Cámara de Senadores”.

Luego señaló "desde el Movimiento Popular Neuquino buscamos jerarquizar las instituciones, y parece que algunos propician la parálisis del Senado”, recordó además que han acompañado al oficialismo en otros temas, pero que en este caso no hay negociación posible. "Boudou debe tomar una decisión y evitar esta situación que afecta la convivencia democrática dentro de la Cámara", agregó. “Pasa por convicciones muy claras, es un tema muy delicado. No somos opositores por serlo. Esto es por la salud institucional del Senado, de la República y de todo el pueblo argentino”, expresó. 

Por su parte la senadora del MPN, Lucila Crexell, habilitó el quórum para que el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, pudiera dar su informe de gestión en el Congreso. La legisladora dijo que fue un “gesto” y que esto da la medida de lo “importante que es Neuquén para el país”, con el trasfondo del debate por el manejo de los hidrocarburos. Fue un paso más adelante, y planteó que su actitud podría ser un “camino a seguir para un espacio de mediación que permita acercar posiciones”.

Pereyra había preparado una serie de consultas para el funcionario nacional, relacionadas con la exclusión –sin causa explícita- de la provincia del plan de desendeudamiento que firmó el Estado neuquino con el gobierno nacional en 2010; y que todo indica que estaría directamente vinculada con la negativa de la provincia a brindar su apoyo al proyecto de ley federal de Hidrocarburos elaborado por el Ejecutivo Nacional porque recorta facultades a las provincias productoras.

Segun Crexell “lo mio fue una decisión absolutamente personal, un gesto de acompañamiento e institucionalidad, que quizás pueda marcar el camino para una posible negociación. Veremos si esto sirve para que dos posturas que parecen tan contrapuestas puedan finalmente acercarse”

Pereyra ante la prensa acreditada señaló que “frente a situaciones como las que estamos atravesando en el plano internacional ante los llamados "fondos buitres" debemos dar señales de tranquilidad y de honestidad, porque estas cosas nos hacen muy mal. El pueblo argentino ha hecho una verdadera barrera defendiendo la soberanía de nuestro país respecto a este tema, y es inadmisible que el vicepresidente de la Nación procesado, pretenda continuar como si nada hubiera sucedido”, finalizó.

La senadora expresó que con su presencia “se pone en perspectiva la importancia de Neuquén para el país, en un contexto donde hay fuertes diferencias” con Nación por los cambios que impulsa YPF para el sector petrolero, algo a lo que la Provincia trata de resistirse junto con otras tres más: Río Negro, Mendoza y Chubut.
Crexell se refirió puntualmente a este debate, y señaló que “hay que encontrar un mecanismo que permita una posición intermedia, que siga posibilitando la llegada de inversiones, y que las provincias tengan algún tipo de reconocimiento Y para eso hace falta negociar, no sirve quedarse en una posición de estancamiento”, dijo.