La muerte de la dirigente política dejó un vació en el MPN vernáculo que hoy busca reagruparse y sanar las heridas que resultaron de la interna.

07 Jul 2011
    

El siete de julio del año pasado la vida política de la ciudad cambió. En un accidente de tránsito fallecía la intendente Luz María Sapag, mujer de fuerte presencia dentro y fuera del Movimiento Popular Neuquino.

La ausencia de la dirigente política que por ese entonces disputaba la presidencia del partido dejó a los militantes huérfanos,  sin un lider fuerte a quien seguir.-

Luego vendría el tiempo de “seguimos…”, donde la tropa se encolumnó tras Cristina Frugoni, con la intención de continuar el “legado de Luz”. Y el partido provincial ganó unas elecciones que muchos incluso pensaban que no tuvieron razón de ser.

Después llegaron las internas y todo cambió. Atrás quedó el “seguimos…” y adelante las diferencias, ambiciones y proyectos personales que legítimamente cada uno presentó a la sociedad, pero que dividió al partido, como ya es habitual en estos casos.

Hoy y tras haber perdido la intendencia en las últimas elecciones del 12 de junio, el MPN busca un proyecto común para seguir, a falta de una figura que los aglutine sin dejar lugar a fisuras.