El siete de julio del año pasado la vida política de la ciudad cambió. En un accidente de tránsito fallecía la intendente Luz María Sapag, mujer de fuerte presencia dentro y fuera del Movimiento Popular Neuquino.
La ausencia de la dirigente política que por ese entonces disputaba la presidencia del partido dejó a los militantes huérfanos, sin un lider fuerte a quien seguir.-
Luego vendría el tiempo de “seguimos…”, donde la tropa se encolumnó tras Cristina Frugoni, con la intención de continuar el “legado de Luz”. Y el partido provincial ganó unas elecciones que muchos incluso pensaban que no tuvieron razón de ser.
Después llegaron las internas y todo cambió. Atrás quedó el “seguimos…” y adelante las diferencias, ambiciones y proyectos personales que legítimamente cada uno presentó a la sociedad, pero que dividió al partido, como ya es habitual en estos casos.
Hoy y tras haber perdido la intendencia en las últimas elecciones del 12 de junio, el MPN busca un proyecto común para seguir, a falta de una figura que los aglutine sin dejar lugar a fisuras.