El desde la semana pasada ex Secretario de Turismo de nuestra ciudad, Esteban Bosch, habló con Radio Fun y manifestó sentir “cierta tristeza” tras renunciar a su cargo el miércoles pasado, luego de que ciertos dichos críticos del gobierno municipal y provincial tomaran trascendencia mediática.
Aseguró que estaba “muy entusiasmado” con el trabajo que desarrollaba hace ya más de dos años en la gestión de Rebolledo, que no se arrepiente “en nada” haberlo aceptado, aunque señaló que su incomodidad comenzó a gestarse en las pasadas elecciones legislativas: “Me puse más autocrítico después de que la comunidad expresó un distanciamiento”, indicó.
El ex funcionario no dudó en afirmar que “la tormenta del invierno pasado marcó un punto de inflexión”, no solo en los percepción de los vecinos para con la gestión y el rol del Estado, sino también para su persona, volviéndolo “más sólido y con más presencia”, incluso habiéndose transformado en poseedor de mote “SúperBosch”.
“Creo que hay funcionarios que han estado por debajo de la expectativa”, agregó: “Tiene que ver con ausencia de liderazgos o de referentes”.
Al hablar de los motivos que lo llevaron a renunciar reiteró que, pese a tener “gran autonomía en su sector”, fue la “diferencia de visión con la Intendente, puntualmente en el tema del gasto y la aplicación de los fondos”. En este sentido detalló: “Creo que debía estar más de manifiesto que el centro de gravedad de la gestión es la limpieza, al espacio público, la recolección… hay que incluso hacer elecciones o direccionamiento de gastos o recursos en ese sentido primordialmente. Eso involucraba necesariamente reducir por algún otro lado. Gobernar también es priorizar y elegir. Estuvimos lentos en interpretar lo que la gente demandaba”.
Para Bosch, era primordial “trabajar sobre la planta política, reducir y optimizar nombramientos y cargos, eventualmente también los monotributistas, pero no solo eliminándolos, sino volcándolos a las áreas donde evidenciábamos falencias”. A su vez expresó: “Entiendo que es difícil de achicar el gasto, que la medida puede ser impopular y difícil de sostener, pero el debate había que darlo y sigue abierto”.
Futuro político
“Tengo la convicción de que el lugar donde quiero estar es en la gestión pública”, dijo Bosch, al tiempo que recordó que si bien no está afiliado a ningún partido, el lugar donde “más cómodo” se siente es el Movimiento Popular Neuquino.
“Del lado del Estado es el que quiero estar, y tengo entusiasmo en una proyección para ocupar esas funciones”, continuó, aunque sin definir aún si color político será junto al MPN o Cambiemos, con quien confirmó que mantuvo una reunión: “Prefiero ser pragmático, esperar a ver cómo se alineen los jugadores”.
Y siguió: “Estoy convencido de que el camino es una reingeniería del Estado Municipal. El rol, la estructura con la que prestamos servicios, cómo nos financiamos. Hay que tener un nuevo organigrama, analizar hasta qué punto esta organización es válida, podemos pagarla o rediscutirla y ver formas de promover la actividad en todos sus ámbitos, trabajando para la llegada de inversión privada, que genera empleo de calidad”.
Como una de las fórmulas de un futuro éxito, el ex Secretario indicó que “hay que recuperar la fibra y disciplina del trabajador municipal y mejorar la contraprestación, redimensionando además la planta política, achicándola y optimizándola”.
“Me llevaría a algunos funcionarios de la actual gestión”, anunció, armando una hipotética lista para el 2019: “Tengo pensado y hablado un probable equipo. Hay tiempo. Deberá ser pequeño, muy sólido y cohesionado, con una visión común”.
Afirmó, además, que acompañaría una línea liderada por Rolando Figueroa, actual vicegobernador, aunque sin cerrarse a otras alternativas: “Creo que Rolo tiene enormes cualidades para la política, gran proyección", comentó, sin dejar de acordar con la "transparencia" del Gobierno Nacional, y concluyó: "El MPN tiene la trayectoria, la consistencia y la solidez a través de la historia, pero como partido requiere una transformación necesaria”.