La primera nevada fuerte de la temporada llegó con varios días de aviso y aún así ocasionó cortes de luz, rutas intransitables, clases suspendidas y sectores inaccesibles. La previsión, una materia que continúa pendiente.

11 Jun 2018
    

Como cada vez que se acerca el frío, San Martín de los Andes se pintó de blanco y lo que comenzó como una hermosa nevada, culminó como un fin de semana de aislamiento para muchos barrios y sectores de la localidad. 

El pronóstico lo había advertido, Defensa Civil así lo había informado, pero la situación, al igual que el año pasado, volvió a salirse de las manos de las autoridades.

Lo primero en fallar, otra vez, fue la luz. Plantas y ramas cayeron impactando las líneas de tensión, pese a las sendas “podas preventivas” informadas por parte del Ente Provincial de Energía del Neuquén y el Municipio local en los distintos barrios.

¿El colectivo? Expreso los Andes nuevamente presentó dificultades con las unidades, recorridos imposibilitados en algunos barrios, pasajeros varados y a la merced del frío, aunque con boleto aún más caro y garitas menos contenedoras, ya que los usuarios padecieron las inclemencias climáticas como nunca antes.

Las máquinas para despejar caminos y accesos salieron rápidamente a las calles el sábado, pero se rompieron en un lapso de quince horas, lo que amerita preguntarse si lo que falta es mantenimiento o lo que sobra es mala suerte.

A todo esto, se sumó el tránsito suspendido en la ruta de los 7 Lagos, el cierre de arterias principales de la ciudad y la región y la cancelación de vuelos, el sábado, en el Aeropuerto Aviador Carlos Campos, situación que pudo modificarse afortunadamente el domingo, tras un gran esfuerzo de todo su personal.

Hoy, con clases suspendidas en todos los turnos, la ciudad se encuentra a cargo del Presidente del Concejo Deliberante, en ausencia de la Intendente, que se encuentra en Italia de vacaciones. Será a las 10 de la mañana cuando el Comité Operativo Preventivo se reunirá para analizar la situación.

Mientras tanto los vecinos, cuando aún ni siquiera comenzó el invierno, se preguntan cuánto más le costará a las autoridades estar a la altura de las circunstancias.