El primer piso de la municipalidad de a poco se fue completando. Muchos tímidamente que llegaban un poco más tarde quedaban al fondo parados y apretados entre si, quedando algunas sillas vacías a lo largo de la sala. Mayormente vecinos de Cordones del Chapelco aunque algunas caras del centro u otros barrios se pudieron ver. Unas doscientas personas se acercaron a reclamar, consultar, escuchar, involucrarse en el tema seguridad/inseguridad en San Martín de los Andes.
Del lado del cartel que reza “San Martín de la gente” se encontraban prácticamente todo el gabinete municipal, diez de los once concejales (faltó Natalia Bruno), el fiscal de cámara Fernando Rubio, el subsecretario de Seguridad Provincial Gustavo Pereyra, los jefes de las unidades de la Policía de la Provincia del Neuquen y miembros de la Zona Sanitaria IV.
El gran ausente: Ricardo Mendaña, que a pesar de haber sido contratado por el municipio para el desarrollo de un plan integral de seguridad, ante un hecho de esta magnitud que dejó un vecino muerto. “No pudo por su agenda”
Los mensajes se repetían tal vez con distintas palabras y varias voces, pero el sentido siempre fue el mismo. Seguridad en el barrio, mayor atención a los “conocidos de siempre” que día a día cometen hechos delictivos y luego de pasar por la comisaría vuelven al ruedo, la ambulancia para una asistencia inmediata, el relleno sanitario y el estado de las calles que en más de una oportunidad los vecinos no pudieron salir del barrio porque no pasó la maquina y la nieve los dejó varados, sin contar las veces que el transporte urbano tuvo que cambiar su recorrido, dejando personas por largo rato esperando en paradas por las que nunca pasaba, porque las calles no estaban en condiciones para ser transitadas.
Claudia Ayala que junto a su marido Cornelio Varela tienen en su casa de las 120 viviendas una iglesia. Allí mismo cuando pueden les dan merienda a los chicos del barrio (cuando hay leche), les dan apoyo escolar, les enseñan oficios y a su vez tratan de acercarlos a la FE. Algunos la perdieron hace tanto que el trabajo en la Iglesia es mucho más difícil.
“Cuando llegan a la iglesia los pibes piden pan, pan, pan” repetía Claudia.
Compartimos parte de las parte de las palabras de Claudia:
“Somos vecinos de Cordones del Chapelco no porque nosotros elegimos vivir allá, si no porque era el lugar que tenían preparado para nosotros. Los trabajadores, los humildes, los que no tienen plata para comprar una casa en el centro, somos gente laburante, soy mamá de seis hijos y todos los días a la mañana me levanto y salgo a trabajar, sabiendo que mi nena de 11 años es la última que se va de mi casa a la mañana y se va sola a tomar el colectivo. El barrio es tierra de nadie. Nunca vi el barrio tan sucio como está ahora. Vivimos al lado del basurero. Yo quisiera invitar a todos ahora en el verano que vayan a hacer un camping al lado del basurero, a ver si van a aguantar las moscas, el olor nauseabundo que hay, los nenes que van a comer al basurero, las personas que van a comer al basurero, y así todo San Martín de los Andes sabe que la gente va a comer al basurero. El Sr. Carlos Welsh lo sabe muy bien y tiene anotado quiénes son.
En enero se murió un nene ahogado, yo fui uno de las personas que hizo primeros auxilios y se me murió ahogado ese nene, y la ambulancia tampoco llego, llegó el móvil de la policía. A los días se quemó una casa y Bomberos tampoco llegó. Y así sucesivamente van pasando las cosas. Antes que muriera nuestro vecino Sergio, hubo también un muchacho que lo apuñalaron que quedó en sillas de rueda. Todos los días es lo mismo.
Yo tengo jóvenes que trato que no sean delincuentes y trato de que ahora no tomen venganza por su amigo porque Sergio era el amigo de los chicos, el que necesitaba algo él estaba ahí, quiero que a partir de hoy le dejen de pagar a Mendaña, que renuncie Marcela Valenzuela, que renuncie Carlos Welsh, que los concejales que suban a Chacra 30, que vayan a vivir un tiempo con nosotros, a ver si van a ver cómo es vivir todos los días metidos en la mugre. Todos los días vivimos como indigentes y nosotros salimos a laburar todos los días.
Creo que dos años no les alcanzó para acercarse. Cordones del Chapelco es el barrio más marginal de San Martín de los Andes. Nuestros jóvenes va a pedir trabajo y no se los dan porque miran el domicilio y no, sos de Cordones del Chapelco. No somos todos iguales, no nos metan a todos en la misma bolsa, hay gente laburante, hay gente que las madres dejan a sus hijos solos arriba porque no hay nada para los chicos, no hay nada. Y la escuela todavía no se termina y nadie hace nada y todos los días nosotros pagamos nuestros impuestos, nos cobran alumbrado, barrido y limpieza y vivimos en la mugre, no tenemos luz, se rompe la farola y el EPEN tarda meses para ir a poner un foco porque la municipalidad no hace las gestiones.
¡Marcela Valenzuela vos no haces gestiones! vos no trabajas para el barrio y no me digas que trabajas y que te sentís mal por esta muerte, porque es mentira, porque si trabajaras para el barrio, irías todos los días a ver las casas, a ver a esas pibas que desde hace años, desde que llegaron allá arriba nadie le dio una contención a esos pibes.
Carlos Welsh, en el verano cuando hicimos la reunión el plaza cuando falleció ese nene, dijiste que estabas trabajando con esos jóvenes, y yo te dije porque no lo hacés acá en el barrio para que la gente vea que están haciendo algo y me dijiste, no porque no se puede, porque tienen que venir al centro.
Que devuelva la plata que se llevó (Mendaña) porque esa plata es de nosotros, porque a nosotros nos aumentaron los impuestos para pagarle a Mendaña y no me vengan a decir que no. Y que compre la ambulancia con la plata que se ha llevado.
La salud cada vez está peor, en el hospital tenés que estar dos horas esperando en la guardia y de Chacra 30 demoramos más de 45 minutos en el colectivo. Nosotros no tenemos nada en Chacra 30, somos tierra de nadie.
Necesitamos asistencia médica, necesitamos seguridad, necesitamos bomberos, necesitamos que se termine la escuela, necesitamos protección social, necesitamos justicia para Sergio Carrasco y para sus hijos que al día de hoy no van a poder volver al barrio porque también están amenazados.
¡Queremos Justicia!