Un piquete sobre la Ruta Nacional 40 y la Ruta Provincial 48, complicó de sobremanera la vuelta a los hogares.

30 Ago 2013
    

El inicio de la noche del jueves tuvo un regreso a casa bastante trastornado. Los vecinos de la toma Mapu Newen, reclamando que le vuelvan a habilitar el agua potable que hasta hace 10 días tenían en sus precarias viviendas, cortaron rutas provinciales y nacionales.

Desde la noche del miércoles se los pudo ver con gomas prendidas y diversos carteles, reclamando sobre la ruta 48 a la altura de la intersección con la Ruta Alternativa Norte. El reclamo continuó el jueves por la mañana llegando al mediodía. A medida que las horas pasabas y las respuestas no los conformaban terminaron cerca de las 20.30 por acercarse hasta la rotonda “de la virgen” impidiendo que los vehículos que iban con dirección al centro no pudieran continuar con su camino. Luego fue el turno de media calzada sobre el carril que “sube”. Mientas los vecinos reclamaban con gomas y ramas prendidas, la policía iba modificando las alternativas para los automovilistas que visiblemente ofuscados retomaban los caminos para ir en busca de una alternativa para llegar a sus destinos.

La calle que ingresa al barrio El Arenal desde la Cuesta de los Andes fue una solución momentánea para el operativo policial y los conductores, hasta que los mismos manifestantes la descubrieron y también ahí se apostaron con una gran fogata frente al parabrisas de un Expreso los Andes con todo su pasaje, que aguardó estoico por casi 30 minutos hasta que lo dejaron pasar.

Volver a casa, anoche fue mucho más difícil que cualquier otro día. Mas difícil que los pozos habituales de la avenida Koessler o el pésimo estado de los callejones.

En todo momento permitieron el paso de personas con necesidades especiales, certificados médicos y transporte de pasajeros en diálisis.

Cerca de las 22 las arterias volvieron a su normalidad, los vecinos desistieron del reclamo, enojados, con la clara sensación de haber sido ignorados por los representantes de los que reclamaban su presencia.