El aumento del caudal de agua que recibieron los cauces naturales en la localidad, producto de las intensas lluvias caídas las ultimas 48 horas, causó diferentes inconvenientes en las cercanías de los arroyos que cruzan el ejido urbano. Inundaciones, desbordes, algunos deslaves son algunas de las situaciones en las que Defensa Civil debió intervenir desde el domingo por la noche.
Al día de ayer y luego de las primeras acciones de mitigación, la dirección mencionada envió un informe al Ejecutivo municipal con el fin de detallar la situación y solicitó al Intendente que por su intermedio la subsecretaría de servicios públicos realice distintas obras de mitigación.
Una de las más urgentes refiere a la colocación de bolsones de arena a la vera del arroyo Pocahullo a la altura del puente Mascardi, con el fin de contener las aguas desbordadas que impiden que los vecinos de los barrios del otro lado del cauce de agua puedan cruzar hacia la zona centro.
Limpieza de acequias, drenaje del Pocahullo, las bolsas de arena mencionadas, son algunas de las tareas requeridas para mitigar situaciones críticas en los sitios vulnerables cuando se producen estas situaciones de desborde del arroyo.
En este sentido Eduardo Muñoz detalló que los sectores más críticos que se comenzaron a vivir desde el domingo fueron: el desborde del arroyo en cercanías de la escuela 86, en la vega Maipú, producto de la basura arrastrada por el agua y acequias tapadas produciendo una importante inundación sobre la ruta 40 donde se pudo medir cerca de 5 cm. de agua sobre el asfalta cerca del cruce con el callejón de Torres.
A la altura del camping El Molino y continuando el cauce del arroyo que ingresa a Villa Parque La Cascada también los vecinos sufrieron las anegaciones del sector aledaño al arroyo, llegando hasta el puente del callejón de Bello. En el casco céntrico además del mencionado puente de Mascardi, sobre calle Los Cipreses al 1700, una represa complicó el andar del cargado Pocahullo generando también inconvenientes por desborde.
Por tanto los desagües pluviales parecen estar funcionando de manera correcta ya que en las arterias donde se encuentran los sumideros, escurren el agua de manera subterránea. Ahora en las calles donde estos desagües no existen se producen los conocidos anegamientos sobre las calles.
Al cierre de este despacho la calle Rudecindo Roca había sido acordonada en casi todas las esquinas debido a la cantidad y fuerza del agua que corria por la arteria, como si fuera una sucursal del Arroyo Pocahullo.
Foto: Nicolas Escobar.